Desde la comisaría donde permanece detenido hace catorce días, el sindicalista y operador del Mercado Central de Posadas, Diego Armando “Bruja” Silveira (37), se declara inocente y advierte sobre el inicio de una huelga de hambre en reclamo por una causa judicial que califica “armada”.
“Me montaron una causa por amenaza”, señala Bruja en una carta escrita desde la comisaría Cuarta y que fue enviada a Gisel, esposa y madre de los ocho hijos que tienen en común.
El detenido acusó que la causa en su contra fue “armada por recelo comercial” y sostuvo que el entramado fue orquestado por otros puesteros, en complicidad con agentes policiales que cubren adicional en el Mercado Central, quienes “trajeron a un paraguayo para que me denuncie”.
En el mismo escrito Silveira reclama ser liberado en virtud de que es el principal sostén tanto de su familia como de su madre, sobre quien agregó que recientemente padeció un ACV.
“Él empezó una huelga porque la causa en su contra fue armada. Él jamás hizo nada. No es una persona mala. Le da trabajo a mucha gente y en el mercado siempre le tuvieron recelo”, agregó Gisel, en diálogo con La Voz de Misiones.
La mujer agregó que “el paraguayo que le vino a denunciar le debe a mi marido y se prestó con los policías y otros puesteros para hacer esta denuncia, pero hasta ahora ni vino a declarar”.
La detención de Bruja Silveira se concretó el 18 de agosto, durante un procedimiento realizado en el Mercado Central que incluyó enfrentamientos entre agentes policiales y trabajadores que responden al acusado.
La medida fue dispuesta por el magistrado Juan Manuel Monte, titular del Juzgado de Instrucción Dos de Posadas, en el marco de una causa por el delito de “amenaza”, al tiempo que a la mañana siguiente se registraron al menos una docena de denuncias similares.
Bruja del Mercado Central sumó quince denuncias por amenazas en una mañana