La agenda de Donald Trump contra la inmigración ilegal tomó fuerza en todo Estados Unidos. Su plan de realizar “la deportación masiva más grande de la historia” incluye el aumento de recursos en maquinaria y dinero destinados a las agencias federales, como el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU. (ICE, por sus siglas en inglés).
Las primeras medidas de Trump para impulsar las deportaciones masivas
Entre sus primeras acciones en la Casa Blanca, el republicano ordenó la colaboración entre el ejército y las agencias federales, y envió soldados a la frontera con México. Luego, se utilizaron aviones militares para la repatriación de inmigrantes a sus países y se acudió a diferentes fuerzas como la del Departamento de Justicia para que colabore con las agencias migratorias.
John Sandweg, exdirector interino de ICE durante la administración de Barack Obama, señaló en una entrevista con CNN que “el mayor obstáculo que tiene el estado son los recursos”, sentenció.
“Al elevar esto a una prioridad de seguridad nacional, se aprovechan los abundantes recursos del Departamento de Defensa y del Departamento de Justicia con los agentes federales y se produce un aumento inmediato de estos”, añadió.
Más detenciones: Trump habilita a fuerzas locales para arrestos migratorios
En este plano, la nueva gestión le solicitó a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) que colabore con el ICE. Según CNN, la financiación a esta agencia federal ha sido históricamente insuficiente, y eso se tradujo en un número limitado de agentes. Por eso, la actual administración promueve el apoyo de las fuerzas locales para trabajar en conjunto.
En vísperas de la asunción del mandatario, funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) redactaron y aprobaron un memorando que delega poderes a los agentes locales para ejecutar leyes de inmigración, según consignó CBS. Así, el secretario de Seguridad Nacional quedó habilitado para solicitar ayuda a estas fuerzas en momentos específicos.
Actualmente, la Ley de Inmigración a través del programa 287(g) brinda la posibilidad del ICE “a delegarles a oficiales del orden público estatal y local la autoridad de realizar funciones específicas de oficiales de inmigración bajo la dirección y supervisión de la agencia”. Esto expandió el alcance del control y detención en todo EE.UU.
Trump habilitó la participación del ejército y reabrió Guantánamo
La declaración de emergencia nacional en la frontera sur del país norteamericano sumó de forma automática los esfuerzos del Ejército de EE.UU. Para estos efectos, se utilizaron los aviones militares para la deportación de migrantes y el DHS pidió que la base de la Fuerza Espacial Buckley en Colorado se utilizara para las detenciones.
Uno de los últimos planes que se conocieron por parte de la administración fue el de utilizar la base militar de Guantánamo en Cuba para ampliar la capacidad de detención.
El miércoles pasado, el presidente estadounidense firmó un memorando que ordena a las fuerzas federales preparar las instalaciones ubicadas en esa bahía para convertirlas en un centro de detención de inmigrantes ilegales. Según sus planes de ampliación, previstos para varias semanas, el fin es albergar 30 mil personas.
El llamado de Tom Homan a incrementar las detenciones de migrantes
El pasado martes 30 de enero, el vicesecretario general de la Casa Blanca para política, Stephen Miller, señaló a CNN que la meta diaria de arrestos es de “al menos” 75 inmigrantes ilegales. En esa línea, animó a que ese número sirva “como una base y no como un techo”.
“El objetivo es detener al menos a esa cantidad, pero ojalá a muchos más, y el Departamento de Justicia va a estar estrechamente involucrado en proporcionar la mano de obra necesaria para ayudar a lograr esos objetivos”, señaló el funcionario.
Por su parte, el nuevo zar de la frontera, Tom Homan, señaló en una entrevista exclusiva para Fox News que “no está satisfecho con el ritmo con el que se están llevando a cabo las detenciones”. Asimismo, señaló: “Debemos hacer más”.
Desde el 20 de enero, el ICE comparte de manera diaria un reporte con la cantidad de detenidos en EE.UU. El conteo asciende a más de 13.000 detenidos si se toman en cuenta los registros a partir del pasado viernes 31 de enero.
Pese a que aún se desconoce la cifra oficial de deportaciones, México recibió 4094 ciudadanos expulsados de EE.UU., tal como confirmó la presidenta de ese país, Claudia Sheinbaum.