El 11 de mayo de 2022, la Policía Militar de Brasil detuvo, en la frontera con la Argentina, a un hombre acusado de cometer cuatro homicidios, de haber escapado de dos cárceles y de haber permanecido prófugo durante un año.
Carlos Poncio o Jair Figleski, de 35 años, conocido también como “Bola 8” por el tatuaje de ese elemento de pool en uno de sus brazos, se movía con soltura en la zona fronteriza entre la provincia de Misiones y el estado de Río Grande do Sul.
Exactamente un año antes de su última detención había logrado escapar de la Unidad Penal de Eldorado (Misiones) mientras trabajaba en la granja, una zona donde había menos custodia.
La primera fuga había ocurrido en el penal de la ciudad de Vacaría (Rio Grande do Sul) donde limó los barrotes del baño para escaparse.
Bola 8, el maestro de las escapatorias: Cómo un homicida logra evadir la justicia por un año antes de ser atrapado nuevamente
Allá por 2013, Poncio perteneció a una banda que asaltaba ómnibus que iban a Ciudad del Este con compradores brasileños. Su prontuario incluía ya un intento de homicidio, robo agravado, robo, violación de domicilio y lesiones.
Pero el caso que lo llevó a la cárcel, por primera vez ocurrió el 25 de septiembre de 2013 cuando, en Vacaría, Poncio entró a robar a una casa y mató a balazos
Una tercera persona, José Clovis Lima Branco, salvó su vida porque simuló estar muerto tras recibir un balazo en el rostro.
El perfil del criminal de INTERPOL.
Luego de robar 700 reales y un equipo de música, Poncio prendió fuego a la vivienda y escapó en el Chevrolet Corsa de una de las víctimas. Lo detuvieron, pero permaneció en la cárcel de Vacaría solo tres meses.
En febrero de 2016, en Pozo Azul, Misiones, trabajaba en la cosecha de tabaco y en esas circunstancias le disparó a quemarropa a Elvio Antúnez, quien lo había contratado para esa labor. Escapó a Brasil, pero tres meses después, fue detenido.
La captura ocurrió cuando Poncio volvía de Brasil por el paso de San Antonio. La Policía lo esperaba después de ser alertada sobre el inminente cruce, pero en un primer momento los agentes dudaron de que se tratara del homicida, ya que tenía el pelo de color rubio y estaba mucho más delgado.
El tatuaje de una bola de pool con el número 8 en su brazo derecho permitió corroborar que se trataba del homicida.
El tatuaje de una bola de pool con el número 8 en su brazo derecho permitió corroborar que se trataba del homicida. La Justicia argentina lo condenó a 14 años de reclusión.
El 7 de mayo de 2021 concretó su fuga del Penal de El dorado. Durante varios días, más de un centenar de policías, agentes penitenciarios y gendarmes lo buscaron por la zona, pero Poncio logró retornar a su país de origen, donde encontró refugio en casa de familiares y conocidos.
Un año después, una denuncia anónima permitió a la Policía Militar de Brasil detener, de nuevo, a Poncio, que fue sorprendido en Barracao, en la frontera con Argentina, cuando manejaba una camioneta. No ofreció resistencia.
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