Los investigadores del Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) publicaron un artículo en la revista Nature que analiza la actividad subterránea del supervolcán Yellowstone, uno de los sistemas volcánicos más grandes de la Tierra, ubicado en el estado de Wyoming.
Dado que la roca fundida es hasta mil veces más conductora que su equivalente sólido, los investigadores pudieron medir y mapear la actividad eléctrica debajo de la caldera de Yellowstone, lo que les permitió generar una imagen tridimensional de la cantidad de magma que hay y dónde se encuentra.
Hay una gran cantidad de magma subterráneo disperso y separado en bolsas que contienen un volumen que va desde el 2 al 30 por ciento de roca caliente y sólida. Lo más interesante es que el magma, al no estar distribuido de manera uniforme, le permitió a los investigadores triangular dónde podría suceder la próxima erupción del supervolcán.
La mayor parte, entre unos 400 y 500 kilómetros cúbicos de magma de riolita pegajoso y rico en sílice, se encuentra bajo el noreste de la caldera de Yellowstone, el enorme cráter creado por la última supererupción hace 630.000 años.
Eso es significativamente más que el volumen de magma que estalló en la enorme explosión de las Cataratas Mesa de Yellowstone hace unos 1,3 millones de años. Hipotéticamente, es allí donde sucedería la próxima gran erupción. La incógnita es ¿cuándo?
¿Qué pasaría si explota el supervolcán Yellowstone?
Yellowstone tuvo tres grandes erupciones en el pasado: la erupción de Huckleberry Ridge, hace poco más de dos millones de años; la erupción de Mesa Falls, hace alrededor de 1,3 millones de años; y la erupción de Lava Creek, hace 630.000 años. Cabe mencionar que en el medio ocurrieron otras explosiones, aunque no sean consideradas supererupciones.
Estos tres eventos dan una pista de lo que podría ocurrir si el supervolcán Yellowstone entrara en erupción nuevamente, ya que en las tres explosiones el magma se desgarró, lo que produjo inmensas nubes negras de cenizas.
¿Qué pasaría si explota el supervolcán Yellowstone? Foto: CNN.
El impacto de una erupción de Yellowstone será imposible de ignorar y sus consecuencias serán ineludibles, sin importar si se vive cerca o en el otro lado del planeta. Inicialmente, la erupción se concentrará en un solo respiradero, probablemente en el punto más débil de la corteza sobre el reservorio de magma.
Cuando el magma riolítico viscoso, cargado de gas y bajo una presión inmensa, rompa la superficie, se desgarrará, y la detonación inicial ensordecerá a cualquiera que tenga la mala fortuna de estar cerca.
Una columna de ceniza y piedra pómez se elevará más rápido que la velocidad del sonido y alcanzará el límite del espacio en minutos, extendiéndose lateralmente para sumergir todo lo que está debajo en la oscuridad total.
Una tormenta de ceniza caliente y piedra pómez que caería sobre Yellowstone y la región circundante causaría incendios, calentaría el aire y haría casi imposible respirar.
A medida que parte de la columna de erupción colapse bajo su propio peso, desencadenaría flujos piroclásticos de rápido movimiento (oleadas de ceniza caliente, gas incandescente y fragmentos de piedra pómez casi fundidos) que se lanzarían hacia afuera en todas direcciones.
Estos flujos, que viajarían a velocidades de más de 300 kilómetros por hora, destruirían y sepultarían todo en un radio de unos 100 kilómetros del respiradero. Cada ser vivo sería carbonizado.
El supervolcán Yellowstone es uno de los sistemas volcánicos más grandes de la Tierra. Foto: Pixabay.
En 24 horas, la ceniza caería sobre gran parte de Estados Unidos y partes de Canadá. Líneas eléctricas se derribaría, aparatos eléctricos entrarían en corto circuito, habría caos en el transporte, cultivos serían arrasados y los suministros de agua se verían contaminados. La vida normal se paralizaría.
El modelo de nubes de ceniza creado por el científico del USGS Larry Mastin y sus colegas sugiere que, en la mayoría de los escenarios, una capa de más de un centímetro de ceniza cubriría un área de entre unos pocos y varios millones de kilómetros cuadrados.
Miami y Nueva York recibirían solo unos pocos milímetros de ceniza, mientras que hasta 3 cm caerían tan lejos como Chicago y San Francisco, y Winnipeg en Canadá. Cualquier lugar a menos de 1.500 kilómetros (como Denver y Salt Lake City) experimentaría una caída de ceniza extremadamente disruptiva, con profundidades que aumentarían a muchos metros a medida que se acercara a Yellowstone.
¿Cuándo volverá a erupcionar Yellowstone?
Actualmente, Yellowstone presenta señales de actividad volcánica como aguas termales, pozas de lodo burbujeantes y enjambres de temblores, y la superficie terrestre se eleva y desciende continuamente. Sin embargo, se desconoce el tiempo que tardaría en gestarse una gran erupción y cuáles serían las señales exactas.
Aunque parecería lógico esperar que una supererupción sea precedida por señales de advertencia más intensas y prolongadas —posiblemente durante décadas—, la investigación sobre erupciones pasadas en otro supervolcán, el Monte Toba en Indonesia, sugiere que las señales de advertencia podrían ser mínimas, lo que ofrece poca indicación de que una erupción capaz de cambiar el mundo estuviera en camino.
Esto no significa que una supererupción de Yellowstone ocurriría sin previo aviso. El trabajo de campo reciente de geólogos reveló que el evento de Lava Creek de hace 630.000 años fue precedido por dos erupciones explosivas de menor escala, probablemente separadas por años, quizás incluso décadas.
Los investigadores del Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) publicaron un artículo en la revista Nature que analiza la actividad subterránea del supervolcán Yellowstone. Foto: Pixabay.
Si el volcán se reactiva, podríamos ver eventos iniciales más pequeños que anuncian el plato principal. Sin embargo, el gran desafío es predecir cuál erupción, si alguna, será una “supererupción”, algo que solo se hará evidente después del evento, cuando se pueda cuantificar la cantidad de material expulsado.
No obstante, ya sea que Yellowstone expulse 500, 750 o 1.000 kilómetros cúbicos de ceniza y escombros, cualquier cantidad sería cataclismica y devastadora para el país
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