El 2 de marzo de 2014 Lupita Nyong’o fue premiada con un Oscar por como mejor actriz de reparto por su papel de Patsy en la aclamada película 12 años de esclavitud. Aquella noche alzó la estatuilla dorada y brindó un emocionante discurso frente a gigantes de la industria. Pero lo que nadie sabía es que ese mismo año enfrentó un diagnóstico médico que explicó muchos de los síntomas que tuvo desde la adolescencia.
Lupita nació en México, y guarda un gran cariño por su país natal. Ella misma se define como keniano-mexicana, y recién en 2014 obtuvo la ciudadanía estadounidense, por lo que convive con tres culturas que forman parte de su poderosa historia de vida.
Lupita Nyong’o como Patsy en «12 años de esclavitud», la dramática película que la consagró.
Su debut cinematográfico en la industria de Hollywood le valió nada más y nada menos que el reconocimiento máximo de la Academia, gracias a su desgarradora interpretación en el film dirigido por Steve McQueen. La terna era compleja y casi imposible de vencer, porque competía con gigantes de la industria: Julia Roberts, June Squibb, Sally Hawkins y Jennifer Lawrence.
Cuando escuchó su nombre lo primero que hizo fue abrazar a su hermano, Peter Nyong’o, que fue quien la acompañó aquella velada memorable. Y el primero que la felicitó fue Brad Pitt, que enseguida se levantó para aplaudirla de pie.
«Muchísimas gracias por este increíble reconocimiento. No se me escapa ni por un momento de tanta alegría en mi vida es gracias a tanto dolor de la vida de alguien más;
Lupita Nyong’o en el Dolby Theatre de Hollywood tras ganar un Oscar. (Foto: EFE)
«Esta estatuilla en mis manos me recuerda a mí y a todos los niños que lo estén viendo, que sin importar de dónde seas, tus sueños son válidos», exclamó antes de enumerar una serie de agradecimientos. Ese fue el inicio de una exitosa trayectoria cinematográfica: se sumó al universo de Marvel como Nakia en Black Panther (2018), repitió el personaje en Black Panther: Wakanda Forever (2022).
En 2024 irrumpió en Netflix como protagonista la precuela A Quiet Place: Day One, y está en pleno proceso de producción de una película de animación basada en un libro escrito por ella, «Sulwe«, que tiene como temática central el racismo, y relata la historia de una niña de piel oscura que deseaba que su piel fuera más clara.
México, el primer hogar de Lupita Nyong’o y el asilo político de sus padres
«Mi padre enseñaba en una escuela en la Ciudad de México cuando yo nací en 1983, y cuando cumplí un año volvimos a Kenya», contó la actriz una década atrás en diálogo con The New York Times.
La actriz habló de su infancia y por qué vivió en tres países. (Foto: AFP)
Toda su familia es conocida en Kenya, pero pasaron por tiempos muy difíciles y duelos que aún calan profundo. Su prima, Isis Nyong’o, fue nombrada como «una de las mujeres más poderosas de Kenia» por la revista Forbes en 2012.
Sus padres son Peter Anyang’ Nyong’o, gobernador del condado de Kisumu en Kenia, y Dorothy Ogada Nyong’o, actual administradora de la Africa Cancer Foundation. Ambos estuvieron bajo asilo político antes de que ella naciera, tal como contó su papá en una entrevista con The Independent en 2014.
Lupita Nyong’o tiene 42 años y es activista además de actriz. (Foto: AFP)
«Mi hermano desapareció en una época política muy difícil. Nunca recuperamos su cuerpo y nunca se resolvió quién estuvo detrás del asesinato”, reveló el padre de Lupita, que también fue ministro de Servicios Médicos en Kenia.
«Supe que él iba en un ferry en Mombasa y ahí lo atacaron, sé que no fue un accidente, que lo empujaron del ferry, pero los testigos estaban tan aterrorizados que no pudieron declarar a la policía», lamentó. Y agregó: «Era una época muy insegura; mis hijos Lupita y Peter Junior«.
La actriz también es un ícono de moda en las red carpets. (Foto: AFP)
Charles Nyong’o, el tío de Lupita, fue un destacado activista estudiantil que se opuso al régimen del entonces presidente keniano Daniel Arap Moi. Y la propia actriz habló al respecto en la misma charla con The New York Times: «Mis padres nos protegieron de muchas cosas que era peligroso que sepamos porque podíamos convertirnos en blancos de ataques».
Por miedo a su integridad física se refugiaron en la Ciudad de México, donde ese primer año de vida trataron de que tuviera una «infancia normal». Cuando regresaron a Kenya luego de cuatro años recluidos en el otro lado del mundo, el clima político aún era complejo.
«Hubo momentos en que estuvimos bajo arresto domiciliario y no pudimos ir a la escuela, y yo sabía que estaba en una situación diferente a la de mis amigos», expresó.
«Recuerdo que mi padre se ausentaba mucho tiempo cuando lo detenían sin ningún motivo, pero siempre me aferraba a lo que mi madre me decía: ‘Él volverá‘.
Lupita se graduó en artes dramáticas en Yale, y a los 16 años regresó a México por siete meses para aprender español, porque el idioma le fascinaba y se sentía muy agradecida por el país que los recibió con los brazos abiertos cuando más necesitaba un hogar.
En 2014 Lupita Nyong’o también fue elegida como una de las mujeres más hermosas, según People. (Foto: EFE)
«»Estudié seis meses en un Centro de Enseñanza para extranjeros Taxco, Guerrero, y al llegar de Kenya era muy extraño para mi, pero encontré gente muy amable, y todavía amo comer tacos de carne asada antes de ir a las alfombras rojas; realmente amo México y siempre quiero volver», indicó.
La salud de Lupita Nyong’o: 30 fibromas y su decisión de contribuir a la concientización
«El mismo año que gané un Oscar descubrí que tengo fibromas uterinos«, expresó en un posteo de su cuenta de Instagram que sorprendió a sus 11,3 millones de seguidores.
En una serie de fotos, acompañadas de contundentes mensajes, confesó que aquel 2014 donde también fue seleccionada por la revista People como «la mujer más linda del mundo», estuvo lejos de ser su año dorado.
Aclaró que comparte su historia este mes en particular porque julio es el mes de concientización sobre el fibroma, también llamado mioma uterino. «Le pregunté a mi médica si podía hacer algo para evitar que se convirtiera en una condición recurrente, y ella me respondió:
«El mioma o fibroma uterino son crecimientos no cancerígenos benignos que se desarrollan dentro o alrededor del útero», definió la propia Lupita. «Pueden variar del tamaño de un guisante hasta el de un melón; pueden causar sangrado menstrual, anemia, dolor pélvico, micción frecuente y complicaciones durante el embarazo; algunas mujeres no presentan ningún síntoma, mientras que otras experimentan efectos debilitantes», comentó.
Contó que en su caso tuvo que someterse a una cirugía para que le extirparan unos 30 fibromas, y cuando investigó al respecto se asombró al ver que las cifras demuestran que se requiere un llamado a la acción para acompañar a las cientos de miles de mujeres que pasan por lo mismo.
Reveló que se asoció con la fundación para la Salud de la Mujer y lanzó una beca para la investigación del fibroma uterino, que intentará ayudar a reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida de las 15 millones de pacientes que sufren esta condición crónica solo en Estados Unidos.
«8 de cada 10 mujeres negras y 7 de cada 10 mujeres blancas experimentan fibromas. Aun así, hablamos muy poco de ello», cuestionó, y anticipó que intentará presentar un paquete de proyectos de ley ante el Congreso estadounidense sobre el mioma uterino.
«Espero que mi experiencia resuene con cualquier otra persona que se haya sentido ignorada, confundida o sola. Quiero encontrar respuestas para las tantas mujeres que se enfrentan a fibroides uterinos. Merecemos algo mejor. Es hora de exigirlo porque el silencio no le sirve a nadie», resaltó.
Lupita Nyong’o se prepara para otro proyecto de la mano de Netflix.
Con la fortaleza que la caracteriza y la potente pluma con la que expresa sus ideas, arremetió contra la «normalización del dolor femenino». «Cuando llegamos a la pubertad nos enseñan que la menstruación significa dolor, y que el dolor es simplemente parte de ser mujer, y no es así; debemos dejar de tratar a este problema masivo como una serie de desafortunadas coincidencias», sentenció.
Insistió en que actualmente muchas mujeres luchan solas contra algo que es colectivo. «Imagino un futuro con una educación temprana para adolescentes, con mejores protocolos de detección, con una investigación sólida de prevención y con tratamientos menos invasivos para los fibromas uterinos», proyectó.
El posteo de la actriz de 42 años superó los 700.000 likes, y en una nueva publicación agradeció todas las repercusiones. «Mi momento más vulnerable se transformó en algo curativo y empoderador», celebró. Una vez más, su compromiso con todo lo que se propone la destaca, y puso a disposición sus propias vivencias, para erigir un legado que recién comienza.