Caitlin Johnson, trabajadora del sector del entretenimiento, se mudó en abril de 2024 de Nueva York a Bakersfield, California. Allí aceptó la oferta de una amiga para residir en un búnker subterráneo ubicado en su jardín. A cambio de 500 dólares por mes y sin pagar servicios, cuida el terreno y el espacio. Todo esto le permite ahorrar mensualmente un promedio de 1500, si se tiene en cuenta el alquiler promedio en la región.
¿Cuánto cuesta vivir en un búnker en California?
El refugio tiene una superficie de 111 metros cuadrados y fue construido por el antiguo dueño de la propiedad. Incluye una habitación principal con baño privado, cocina completa, sala de estar, otro baño, dos retretes adicionales y una ducha. Además, cuenta con 18 camas tipo litera.
El ingreso se realiza a través de una puerta hidráulica, seguida de 15 escalones y una puerta a prueba de explosiones. “El tamaño supera al de varios estudios donde viví en Nueva York”, afirmó Johnson a New York Post.
¿Cómo es vivir bajo tierra y sin luz natural?
A pesar de la falta de ventanas, Caitlin asegura que el entorno favorece su descanso. Instaló iluminación artificial en su dormitorio para simular la luz del día. Durante las horas de descanso en casa, suele abrir las compuertas hidráulicas para dejar entrar algo de claridad.
“Es más difícil en invierno porque todo es oscuridad, adentro y afuera. Sin embargo, trabajo al aire libre, así que no lo siento tanto”, explicó al medio citado.
El lugar cuenta con conexión a internet y señal de celular, lo que le permite trabajar y comunicarse sin inconvenientes. “Es muy silencioso y se siente como un departamento normal”, agregó.
¿Qué ventajas tiene alquilar un refugio subterráneo?
Johnson logró esquivar los elevados precios del mercado inmobiliario de California, donde, según su experiencia, alquilar un departamento de una habitación puede costar alrededor de 2000 mensuales. Esta diferencia fue clave en su decisión, especialmente al considerar su estilo de vida. “No tengo intenciones de comprar, porque mi trabajo me obliga a moverme”, explicó.
Cuando compartió su elección con personas cercanas, la trabajadora recibió reacciones comprensivas. “Dijeron que es muy típico de mí. Nadie se escandalizó”, comentó al señalar que su entorno ya está acostumbrado a decisiones poco convencionales por parte de ella.
Aunque no considera el búnker como una solución definitiva, aseguró que lo prefiere por sobre muchas otras alternativas habitacionales que evaluó. Para ella, el espacio cumple con lo necesario y se adapta mejor a su situación actual.
Qué seguridad ofrece un búnker residencial, según Johnson
Más allá del beneficio económico, Johnson valora especialmente la seguridad que le proporciona la estructura del búnker. Según contó, solía hacer chistes sobre su capacidad para resistir un apocalipsis zombi, pero con el tiempo notó que esa idea no era tan descabellada. “Siempre bromeé con que resistiría un apocalipsis zombi, y ahora me doy cuenta de que no estaba tan equivocada”, afirmó.
Esa sensación de resguardo, explicó, le da tranquilidad frente a situaciones extremas. “Si algo pasa, estoy segura”, sostuvo. Aunque aclaró que su vivienda no se encuentra en una región afectada por ataques, considera que el aislamiento del lugar puede marcar una diferencia en casos de caos o emergencia social. “No vivo en una zona de bombardeo, pero si hubiera saqueos o disturbios, nadie puede entrar acá”, concluyó.
En 2025, los costos de vivienda en California crecen más rápido que los salarios
Según un informe de la Legislative Analyst’s Office publicado en abril de 2025, los alquileres en California aumentaron un 38% entre enero de 2020 y febrero de 2025.
Este crecimiento superó con creces el avance de los ingresos, ya que el salario promedio por hora en el estado subió solo un 24% en el mismo período.
La diferencia entre ambos indicadores refleja una creciente presión sobre los hogares inquilinos, que destinan una porción cada vez mayor de sus ingresos al pago mensual de la renta.
El informe también señala que la evolución de los precios varía según la región. Mientras que en el Área de la Bahía los alquileres se mantuvieron relativamente estables desde 2020, en muchas otras zonas del estado los aumentos superaron el 40%.