Algunas especies resistentes contienen compuestos naturales que, al integrarse al suelo, interactúan con otras plantas y muestran cómo la naturaleza ofrece soluciones sostenibles para la jardinería doméstica.
Entre estas especies destaca la sansevieria, conocida popularmente como lengua de suegra.
Sus hojas son robustas y duraderas, y a lo largo del tiempo se ha popularizado una práctica sencilla: enterrar trozos de sus hojas en macetas, jardines o huertos.
Esta es una técnica que ha perdurado generación tras generación. Basta con cortar las hojas en trozos y colocarlas superficialmente en el suelo o en macetas. Pero ¿por qué recomiendan esta práctica?
Cuando se entierra una hoja de lengua de suegra troceada se liberan de manera constante los nutrientes. Foto: Pexels.
Por qué recomiendan enterrar un trozo de hoja de sansevieria
Según el sitio Eco Inventos, enterrar un trozo de hoja de sansevieria es un truco casero que puede fertilizar las plantas hasta por seis meses. Esta práctica convierte a las hojas en un abono natural de liberación lenta, aportando nutrientes esenciales como nitrógeno, carbono y minerales, que favorecen el crecimiento y la salud de las plantas.
Cuando se entierra una hoja troceada se liberan de manera constante los nutrientes que ayudan a fortalecer la estructura celular de las plantas, mejorar la floración y estimular la fructificación.
La descomposición de la hoja también incrementa la actividad microbiana del suelo, promoviendo un ecosistema subterráneo más equilibrado y fértil, ideal para suelos urbanos o agotados.
Otro beneficio importante es que las hojas contienen saponinas, compuestos con acción antifúngica y repelente de algunos insectos. Enterrarlas protege a las plantas de hongos y plagas sin necesidad de recurrir a químicos, aportando además un efecto fertilizante natural que se prolonga durante meses.
Por su lento proceso de descomposición, la sansevieria libera los nutrientes gradualmente, evitando excesos que puedan dañar las plantas y asegurando un crecimiento sostenido.
Históricamente, los jardineros tradicionales han aprovechado residuos vegetales como fertilizante natural y la sansevieria se suma a esta práctica por su combinación de resistencia, disponibilidad y propiedades nutritivas.
Esta técnica se adapta a distintos tipos de plantas: hojas enteras para árboles medianos, trozos más pequeños para macetas y huertos urbanos, lo que permite mantener un aporte constante sin necesidad de fertilizantes químicos adicionales.
Enterrar hojas de sansevieria ayuda a mejorar la retención de agua y la aireación del sustrato.
Además, enterrar hojas de sansevieria ayuda a mejorar la retención de agua y la aireación del sustrato, contribuyendo a la salud de las raíces y reduciendo el riesgo de enfermedades por exceso de humedad o compactación del suelo.
La combinación de sus nutrientes, efecto antifúngico y acción gradual convierte a esta práctica en un recurso ecológico y económico, ideal para quienes buscan soluciones naturales y sostenibles en el cuidado de sus plantas.
La técnica es sencilla: basta con cortar la hoja en trozos finos y enterrarlos superficialmente alrededor del tallo de la planta a estimular. Con una sola aplicación cada seis meses, se asegura un aporte nutritivo constante, promoviendo plantas más sanas, vigorosas y resistentes, mientras se aprovechan los restos de la sansevieria de manera responsable y ecológica.
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