Misiones
Sedentarismo, obesidad y estrés como factores de riesgo
Controlarse la presión es clave: “La hipertensión no tiene edad ni síntoma”

La hipertensión arterial puede aparecer en cualquier momento de la vida y no presenta señales visibles. Es una enfermedad silenciosa cuyo diagnóstico depende del control periódico de la presión. Los hábitos sedentarios, el sobrepeso, el estrés y la mala alimentación aumentan la posibilidad de padecerla, incluso desde edades tempranas.
En este sentido, el cardiólogo y especialista en hipertensión arterial, Pablo Irusta, sostuvo que la enfermedad no distingue etapas ni condiciones. “La realidad es que la hipertensión arterial se da en cualquier edad, desde la edad pediátrica. Por eso es importante controlar la presión, porque no tiene que ver con la edad ni tiene síntomas”.
A su vez, advirtió que los hábitos actuales están modificando la forma en que se presenta la enfermedad. La falta de movimiento, el aumento del estrés cotidiano y la mala alimentación favorecen el desarrollo de enfermedades a edades cada vez más tempranas. La herencia familiar, sumada al sedentarismo y al exceso de peso, acelera la aparición de cuadros.
“Tenemos más sedentarismo, más obesidad, el estilo de vida nos hace pensar que podemos tener otro tipo de enfermedades antes de lo previsto, también dependiendo de la edad, dependiendo del género”, sostuvo Irusta.
En relación con la salud femenina, el médico señaló que los trastornos hipertensivos durante el embarazo no deben considerarse episodios aislados. En muchos casos, esos cuadros se transforman en hipertensión crónica, por lo que el seguimiento médico posterior resulta fundamental. La inclusión de los antecedentes obstétricos dentro de los controles generales es clave para detectar a tiempo cualquier alteración en la presión.
“Vemos muchísimas mamás con trastornos hipertensivos del embarazo. Una de las causas de tener hipertensión siendo joven es haber tenido hipertensión gestacional, y ese antecedente muchas veces se pasa por alto”, precisó el cardiólogo.
En cuanto a las causas, el especialista sostuvo que la mayoría de los casos corresponde a una hipertensión primaria o esencial, relacionada con los antecedentes familiares y el estilo de vida. Sin embargo, existen situaciones en las que enfermedades renales u hormonales actúan como causa secundaria y deben descartarse a través de estudios específicos. Un diagnóstico correcto permite orientar el tratamiento y evitar complicaciones en el futuro.
“La principal causa de hipertensión arterial se llama primaria o esencial. Tiene que ver con antecedentes familiares asociados al estilo de vida que uno lleva, lo socioeconómico, aunque en personas jóvenes siempre hay que descartar causas secundarias antes de definir el tratamiento”, indicó Irusta.
En esa línea, detalló que la enfermedad avanza de manera silenciosa y sin manifestaciones visibles, lo que dificulta su detección temprana. El control periódico es la única herramienta confiable para conocer los valores reales de presión. Confiar en el bienestar físico o esperar la aparición de síntomas sólo retrasa el diagnóstico y agrava las consecuencias.
“Lo primero que hay que hacer es tomarse la presión. La hipertensión arterial es una enfermedad que no tiene síntomas y se caracteriza por mantener los valores elevados durante todo el día. No existe otra forma de saber cómo está si no se realiza el control. Tampoco tiene que ver si la persona tiene dolores de cabeza fuertes. Hay muchos mitos sobre la hipertensión”, afirmó Irusta.
«El tratamiento es como una mesa de tres patas: si una falta, todo se derrumba. Sólo el equilibrio entre alimentación, actividad física y medicación produce estabilidad».
En relación con los cuadros transitorios, el especialista diferenció entre la presión alta momentánea y la hipertensión como enfermedad crónica. La primera puede responder a una situación puntual de estrés o esfuerzo, mientras que la segunda implica valores elevados de forma constante y requiere evaluación médica. “Presión alta podés tener momentáneamente, pero la hipertensión arterial es una enfermedad que necesita seguimiento”, puntualizó Irusta.
En relación con las estadísticas, el médico mencionó los registros realizados por la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial a través de la campaña anual Conocé y controlá tu presión, que reflejan una prevalencia superior al 50 por ciento de personas adultas con hipertensión en el país.
Por otra parte, el estrés constante y la ansiedad persistente fueron señalados como condicionantes que favorecen la elevación de la presión arterial. Las jornadas laborales extensas, la falta de descanso y la exposición prolongada a pantallas generan un terreno propicio para que la enfermedad se manifieste antes en personas predispuestas.
“Cuando el estrés y la ansiedad se mantienen en el tiempo, aparecen las consecuencias. Esa permanencia es lo que transforma una situación pasajera en un problema de salud”, remarcó el cardiólogo.
Abordaje
Respecto del abordaje terapéutico, el profesional sostuvo que la clave está en sostener hábitos saludables y un tratamiento integral que combine alimentación equilibrada, movimiento regular y controles médicos. La coordinación entre esas acciones permite alcanzar resultados duraderos y prevenir complicaciones.
“El tratamiento se sostiene como una mesa de tres patas: si una falta, todo se derrumba. Sólo el equilibrio entre alimentación, actividad física y medicación logra mantener la estabilidad”, concluyó Irusta.
De igual forma, la enfermedad cardiovascular continúa encabezando las causas de mortalidad femenina en el país y la hipertensión ocupa un papel central. La incorporación de los antecedentes obstétricos en la historia clínica y los controles periódicos son medidas fundamentales para reducir los riesgos.
“Hoy en día en Argentina se muere una mujer cada once minutos de enfermedad cardiovascular, y la hipertensión es la principal causa de esa enfermedad”, advirtió el especialista.
Por último, agregó que la prevención individual aparece como la herramienta más efectiva para evitar complicaciones. “Una vez que ves o sospechás que tenés una presión alta, andá con tu médico. Te va a indicar cómo tomarte la presión y, si hace falta, una semana de controles para confirmar el diagnóstico”, concluyó Irusta. El médico está en Instagram como @dr.pabloirusta y allí comparte información médica.
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