El nombre de Zenón de Citio está asociado al origen del estoicismo, una corriente que cambió para siempre la manera en que los seres humanos entienden la virtud, la razón y el destino. Nacido hacia el 334 a.C. en la ciudad chipriota de Citio, Zenón fue hijo de un comerciante que le inculcó la curiosidad por la cultura griega y los libros de filosofía.
Durante años se dedicó al comercio marítimo, hasta que un naufragio lo dejó en la ruina. Aquella pérdida, según las crónicas antiguas, fue el punto de inflexión que transformó su vida: lo que había comenzado como una tragedia terminó convirtiéndose en el inicio de una búsqueda intelectual que lo llevaría a Atenas, el corazón del pensamiento helenístico.
Allí estudió con maestros de distintas corrientes, entre ellos Crates de Tebas, representante de los cínicos, y Estilpón de Mégara, discípulo de Sócrates. Estas influencias moldearon su pensamiento, aunque Zenón buscaba una síntesis más amplia: una filosofía práctica que uniera la lógica, la física y la ética en una visión coherente del mundo.
Quién fue Zenón de Citio y por qué se lo considera el padre del estoicismo.
Sin dinero para fundar una escuela, comenzó a enseñar al aire libre, en la Estoa Pecile, una galería pública decorada con frescos. De ese “pórtico pintado” proviene el nombre de su escuela: Stoa, o estoicismo.
Quién fue Zenón de Citio y por qué se lo considera el padre del estoicismo
El estoicismo surgió en el siglo III a.C. como una respuesta al caos político y moral de la época. Zenón enseñaba que la felicidad no depende de las circunstancias externas, sino de cómo las enfrentamos. Lo importante no era lo que ocurre, sino la actitud con la que se vive.
Según su doctrina, vivir en armonía con la naturaleza significaba aceptar el orden universal —el logos, principio racional que gobierna el cosmos— y actuar conforme a la razón y la virtud. El sabio debía aprender a distinguir entre lo que puede controlar y lo que no: la salud, la riqueza o la fama son indiferentes; lo único verdaderamente bueno es la virtud, y lo malo, el vicio.
De esta forma, el pensamiento de Zenón se organizó en tres grandes áreas:
- Lógica, entendida como el arte de razonar correctamente.
- Física, que explicaba el universo como un todo ordenado por una divinidad racional.
- Ética, que guiaba al individuo hacia una vida virtuosa mediante el dominio de las pasiones
Vivir de acuerdo con la naturaleza: el núcleo del pensamiento estoico. Foto: Pexels
Vivir de acuerdo con la naturaleza: el núcleo del pensamiento estoico
Para Zenón, vivir según la naturaleza era vivir de acuerdo con la razón, en armonía con el universo. Todo lo que existe forma parte de un orden divino inmutable, y el papel del ser humano es comprenderlo y actuar en consecuencia.
El sabio acepta las pérdidas, el dolor y el fracaso como parte del ciclo natural. En lugar de resistirse o lamentarse, los observa con serenidad y aprende de ellos.
Este enfoque práctico del estoicismo lo convierte en una herramienta útil incluso en la actualidad: autocontrol, resiliencia, moderación y equilibrio emocional son virtudes tan necesarias hoy como hace dos milenios.
Zenón sostenía que la libertad no consiste en hacer lo que uno quiere, sino en querer lo que uno debe hacer. En esa frase se resume toda su filosofía: el dominio de sí mismo como camino hacia la virtud y la felicidad duradera.
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