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La bomba explotó en la madrugada, cuando en los kioscos empezó a circular el último número de la revista Veintitrés. Es que en su tapa traía bajo el título “La barra de Tevez”, una foto de Carlitos celebrando navidad con toda la cúpula de La Doce. Si una imagen vale más que mil palabras, esta decía mucho sobre las relaciones peligrosas que el ídolo de Boca mantiene con los dueños del paraavalanchas, muchos de ellos con pesados antecedentes judiciales. Si bien su representante, Adrián Ruocco, intentó en radio La Red una defensa del delantero (“Tevez no tiene relaciones con la barra brava”), lo cierto es que la historia muestra otra cosa. El jugador del pueblo ya había festejado con La Doce el título intercontinental de 2003 frente al Milan, y en su regreso al club el año pasado financió un telón enorme y el día de su presentación, hizo una reverencia poco feliz hacia la segunda bandeja que da a Casa Amarilla, donde se ubican los violentos que comandan Rafael Di Zeo y Mauro Martín.
OLEIMA20160305_0064 La tapa de la revista Veintitrés, con la foto de Tevez y La 12 celebrando.
Según la publicación, la reunión se dio antes de Navidad y tras la obtención del doble título, campeonato y Copa Argentina. Y fue en una casa de Villa Devoto. Un papelón que ojalá haga recapacitar al ídolo xeneize.
