Según el neurólogo Alejandro Andersson, en la Argentina la incidencia de accidentes cerebrovasculares (ACV) representa un desafío de salud pública significativo, con un caso registrado cada tres a cuatro minutos. Si bien la atención se centra en la población general, la pregunta sobre cómo esta realidad impacta a los deportistas de alto rendimiento emerge como un tema relevante. ¿Están los atletas de élite particularmente vulnerables? El especialista dio su opinión en LN+.
“La combinación de factores como la intensidad de los entrenamientos, la deshidratación, el estrés competitivo y, en algunos casos, el uso de anabólicos o esteroides para mejorar el rendimiento pueden aumentar el riesgo de tener un ACV”, aseguró Andersson.
Para el especialista, el caso de Alejandra “Locomotora” Oliveras, la reconocida exboxeadora que sufrió un ACV, abrió un debate sobre los factores de riesgo y las medidas preventivas que deben considerarse en el ámbito del deporte profesional.
“En deportistas de alto rendimiento, como los boxeadores que reciben golpes en la cabeza o los nadadores que se lanzan mal al agua, corren el riesgo de sufrir disecciones arteriales en las venas del cuello. Esto se produce por un mal movimiento que hace que se desgarren las arterias, el flujo se altere y devenga en un ACV”, detalló el neurólogo.
Medidas preventivas
En su paso por LN+, Andersson expuso una serie de recomendaciones que pueden ayudar a evitar un ACV, entre las cuales figuran:
- Evaluaciones médicas: Controles regulares para identificar factores de riesgo cardiovascular como hipertensión, colesterol alto o arritmias cardíacas.
- Monitoreo de la hidratación: Asegurar una hidratación adecuada, especialmente durante los entrenamientos y competencias en lugares cerrados o expuestos a altas temperaturas.
- Evitar el consumo de sustancias prohibidas: Consumir esteroides anabólicos y otras sustancias de este tipo aumenta el riesgo de ACV.
- Angioresonancia: Examen médico que evalúa detalladamente los vasos sanguíneos de todo el cuerpo.