Iguazú (LaVozDeCataratas) El nombre Tapé Porá, que significa «camino lindo» en guaraní, refleja la belleza y el encanto del sendero que sigue la senda del tapir y permite a los visitantes observar y escuchar la selva, cumpliendo con un sueño montaraz. A lo largo de este inspirador paseo turístico, es posible reconocer la flora y fauna en libertad, además de aprender sobre el conocimiento ancestral compartido por los habitantes de la aldea.
Alcides Ojeda, emprendedor y coordinador de la huerta comunitaria, es uno de los principales impulsores de Tapé Porá. «Este es la concreción de un proyecto que llevamos adelante con los más jóvenes de la aldea», contó Ojeda a LaVozDeCataratas: «se diagramó el camino, se trabajó en la apertura y en los puntos donde los turistas tendrán la posibilidad de conocer nuestra cultura. Porque de eso se trata, que se sepa de nuestro conocimiento ancestral, desde trampas para cazar hasta árboles y plantas medicinales que se usan para calmar el malestar de manera natural».
El sendero no solo ofrece una experiencia natural, sino también cultural, con trampas y artilugios utilizados tradicionalmente, añosos ejemplares de árboles, comidas típicas y un coro de niños Mbya que deleitará a los visitantes. Desde su apertura el pasado viernes, Tapé Porá ha comenzado a recibir turistas de Europa, ampliando el atractivo turístico del destino Iguazú.
La guía dentro del sendero estará a cargo de alumnos y egresados de la carrera de Técnico Superior en Turismo Indígena del Instituto Superior en Turismo Indígena Raúl “Karaí” Correa, ubicado dentro de la aldea y al que asisten estudiantes de toda la región.
Orgulloso de la huerta comunitaria que lleva adelante junto a varias familias de la aldea, Ojeda expresó: «Me animé a comenzar esta tarea a partir del conocimiento en huertas comunitarias que recibí en La Plata, en un taller al que asistí especialmente para eso. Fue de gran provecho, no solo para mí, sino para toda la comunidad».