El misionero Adrián Martínez Moreira, acusado de liderar una banda que estafaba al Estado con el cobro de reparaciones para víctimas y familiares de la última dictadura, está preso en Buenos Aires por abuso sexual agravado, según consta en una resolución de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional a la que accedió La Voz de Misiones.
La resolución judicial tiene fecha del 8 de agosto y confirma una decisión anterior del tribunal que revocó un pedido de eximición de prisión de Martínez Moreira, investigado por los delitos de abuso sexual con acceso carnal agravado por haber sido cometido con armas, lesiones leves, privación ilegal de la libertad calificada por amenazas, y amenazas coactivas, “todos los que concurren en forma ideal entre sí, y que a su vez concursan realmente con el delito de hurto”, reza el escrito.
En el documento, se acusa al misionero de “haber amedrentado a la presunta víctima y efectuado varios cortes en su cuerpo con un cuchillo, tras lo que lo habría accedido carnalmente e impedido que se retirara de su domicilio, y amenazado para que no lo denunciara; además de sustraerle elementos personales”, en un hecho ocurrido en junio pasado.
La resolución alerta sobre “la posibilidad” de que Martínez Moreira “considere fugarse” al verse expuesto a una “pena elevada”, y por lo tanto resuelve denegar la excarcelación.
El tribunal consideró también que el misionero “podría amedrentar o presionar al damnificado o testigos, máxime teniendo en cuenta que conoce a la víctima” y que también “podría interferir” en la investigación.
Asimismo, los camaristas tacharon a Martínez Moreira de “mendaz” al intentar “confundir al personal policial” en el allanamiento realizado al domicilio donde se habría producido el abuso, refiriendo que se trataba de un estudio jurídico, logrando que “la diligencia se demorara varias horas”.
Subí igual
Pese al secreto sumarial que pesa sobre el expediente, La Voz de Misiones pudo saber que la víctima es un “hombre sin hogar” al que Martínez Moreira introdujo con engaños en su domicilio y lo abusó amenazándolo con un cuchillo.
Las fuentes judiciales mencionaron a LVM la existencia de mensajes de Whatsapp del misionero con otros sin techo, con quienes también habría empleado la misma metodología.
“Llevaba gente vulnerable y las abusaba bajo presión”, sostuvieron y explicaron, en relación con este último caso que desembocó en su detención: “Esto era lo mismo, pero agarró un cuchillo porque parece que el tipo se quiso defender”.
“En un chat un tipo le decía ‘no puedo, estoy descompuesto con mi hijito’; él le decía ‘subí igual y lo dejamos por ahí’; el tipo vomitó y no subió”, relataron.
La trama
El escrito del tribunal porteño hace referencia a la causa que procesó a Martínez Moreira y otras cuatro personas por conformar una organización criminal que estafaba al Estado con el cobro de las reparaciones para víctimas y familiares de la última dictadura.
El misionero se presentaba desde hace años como hijo de una pareja de militantes paraguayos desaparecidos durante la dictadura del general Alfredo Stroessner, y viene acumulando denuncias desde 2015.
Entre las figuras penales incorporadas a la investigación se encuentran acciones judiciales que Martínez Moreira encaminó en la Justicia Federal de Posadas, donde se sospecha pudo haber utilizado testigos falsos y documentos adulterados.
Según la investigación judicial, la banda liderada por el misionero comenzó a operar en 2013, a través de una organización llamada “Comisión Nacional y Popular de Leyes Reparatorias”, con la que contactaba con víctimas y familiares del terrorismo de Estado y ofrecía representarlos en gestiones y demandas por sus indemnizaciones.
Martínez Moreira y su grupo se presentaban como abogados, pero distintas investigaciones periodísticas sostienen que no hay registro de ninguno de ellos en los colegios profesionales de Caba y la provincia de Buenos Aires.
El misionero afirmaba, además, ser sociólogo graduado en la Universidad de Buenos Aires (UBA), y haber cursado el secundario en el Colegio Nacional de Buenos Aires.
Nada de esto era cierto. Tampoco su nombre. Una investigación de la Procuración General de la Nación (PGN) determinó que su nombre real es Ovidio Martínez, nacido el 30 de abril de 1993 en el hospital de Jardín América, hijo de Santa Moreira y Emilio Martínez, domiciliados en Puerto Leoni, quienes lo entregaron con fines adoptivos en la Defensoría Oficial de Puerto Rico.