El consejero de la Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa, Antonio Sanz, ha asegurado este sábado que «está claro que Andalucía no va a firmar nada si todas las cartas no están boca arriba», en referencia a una futura reunión del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el marco de la ronda de encuentros que este último tendrá con los presidentes autonómicos.
En declaraciones a los medios de comunicación durante una visita a Ubrique (Cádiz), Sanz ha considerado que esa cita «aún se tiene que producir», después de que este viernes se anunciara ese propósito de Sánchez, que celebrará estos encuentros, «en la medida de lo posible», por orden de aprobación de los Estatutos de Autonomía, y en cuyo caso Moreno sería el cuarto presidente autonómico en acudir al Palacio de la Moncloa tras los de País Vasco, Cataluña y Galicia.
El consejero de la Presidencia ha recordado sobre la disponibilidad de Moreno para sentarse con Sánchez que «ha dicho siempre que ante una convocatoria del presidente del Gobierno él siempre asistirá» con el argumento de que «las relaciones institucionales están por encima de cualquier situación de actualidad y por muy en contra que la Junta de Andalucía se muestre a los pactos de financiación privilegiada».
Ha argumentado que «Andalucía siempre responderá favorablemente a una cita con el presidente del Gobierno porque aprovecharemos para hablar de todos los asuntos que preocupan a los andaluces».
Sanz ha remarcado que «ni vamos a permitir ni la bilateralidad, ni los chantajes, ni el oscurantismo en estas conversaciones», para fundamentar así el hecho de ser reacios a que de esos cara a cara salgan acuerdos porque la intención de la Junta de Andalucía es que sea «con todos por delante» porque la premisa es «un sistema (de financiación) basado en la multilateralidad, la igualdad de oportunidades y la solidaridad».
«No estamos dispuestos a aceptar trampas ni chantajes», ha continuado argumentando el consejero, quien ha blandido que «no estamos dispuestos tampoco a blanquear un Cupo a los separatistas que se negoció y se habló exclusivamente con Cataluña y que significa perjudicar gravemente a Andalucía, un mazazo económico, una auténtica traición».
La reivindicación de Andalucía al Gobierno se encaminará a que «acabe con la asfixia económica a la que está sometiendo a Andalucía», por cuanto ha planteado que en ese supuesto nos conduciría a «obligarnos a subir impuestos como pretende el gobierno Sánchez a las clases medias y a las clases trabajadoras y nosotros no estamos dispuestos».
Con la premisa de que «no estamos dispuestos a blanquear el Cupo separatista», Sanz ha remarcado el requisito de la multilateralidad frente a «los acuerdos bilaterales para excluir unas comunidades autónomas».
«También le vamos a pedir que cese la asfixia y la agresión diaria y la discriminación que sufre Andalucía como consecuencia de esta política para favorecer a uno y perjudicar a otro», ha sostenido Sanz sobre las pretensiones de Andalucía ante esa reunión con Sánchez.
«Está claro que a Sánchez le molesta que Andalucía en este momento esté creciendo más que nunca, que esté avanzando y quiere ponernos frenos mediante esta asfixia, esta discriminación», ha proseguido argumentando el consejero de la Presidencia.
«UN INSULTO PARA LOS ANDALUCES EL TRANSPORTE FERROVIARIO»
Sanz ha aludido a otros aspectos de la gestión del Estado que provocan malestar en la Junta de Andalucía, entre los que ha incluido «una situación muy crítica en materia de transporte, en materia de comunicaciones», ámbito donde ha considerado «que estamos viviendo el insulto para los andaluces que supone el transporte ferroviario».
Ha blandido situaciones como que «el señor Puente nos niegue el AVE a Huelva, o nos diga a los gaditanos que en el proyecto para el tercer carril de la autopista Cádiz quede excluido, porque el tercer carril de la autopista cuando lo haga dentro de 10 o 15 años llegará hasta la provincia de Sevilla, y los gaditanos nos quedamos sin ellos».
Tras esgrimir otras situaciones para el agravio de la comunidad autónoma, donde ha sumado las infraestructuras, las plazas de médicos en formación a través del MIR, de la financiación de la dependencia o de fondos para el empleo, Sanz ha inferido de todo ello que «el gobierno Sánchez es el más antiandaluz de la historia» y que «el gobierno Sánchez demuestra estar preocupado solo por mantener los siete sillones que le sostienen en el Gobierno de la nación, pero no se preocupa de los problemas de los españoles ni de los andaluces».
«Esto forma parte de la traición a Andalucía que está cometiendo el gobierno Sánchez», ha remachado el consejero su reflexión, quien ha demandado que «se ponga fin de una vez por todas al insulto a Andalucía que significa estos retrasos, esta mala planificación y este déficit de infraestructuras que hoy sufre Andalucía».