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BRASILIA.– ”Acá pasa como en los casamientos. Te ves con tu suegra a la que odias, con el pariente que no sabés ni quien es, con los primos con los que te peleaste. A la madrugada están todos brindando juntos”. La metáfora, surgida del senador entrerriano de Pro Alfredo de Angeli sintetiza la curiosa simbiosis que dio un resultado poco común: una treintena de legisladores de distintos partidos, unidos por el interés hacia la agroindustria, llegados a esta ciudad para aprender del “modelo brasileño” y su Frente Parlamentario Agrario, que representa hoy el 60 por ciento del parlamento de ese país.
“En este grupo tenemos más coincidencias de las que pensábamos. Tienen que ver con políticas a largo plazo para el sector”, dice a LA NACION Roberto Mirabella, exsenador y hoy diputado por el PJ de Santa Fe. Radicales de distintas orientaciones, macristas, miembros de la Coalición Cívica-ARI y del bloque Encuentro Federal que encabeza Miguel Pichetto también se sumaron a la comitiva de la denominada “misión estratégica” en esta ciudad, que consta de dos jornadas a agenda completa con reuniones con entidades políticas y técnicas rurales, legisladores de Brasil y la participación, este martes, en la primera Cumbre Sudamericana AgroGlobal, junto a pares de Brasil, Uruguay, Paraguay y Chile, coorganizada por la Fundación Barbechando. A último momento, la delegación se quedó sin representantes libertarios, con la baja del legislador por Santa Fe Nicolás Mayoraz.
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¿Nace un bloque del campo en el Congreso? “Por ahora son 47 los legisladores que forman parte. Y hay otros treinta que ya nos dijeron que quieren sumarse”, explicaron a este diario desde la fundación, que desde hace quince años promueve la interacción de técnicos y legisladores, encargada de la organización del viaje, que tiene antecedentes en encuentros previos con legisladores norteamericanos y brasileños.
La presencia aquí de De Angeli, presidente de la comisión de Agricultura en el Senado, remite a la pelea en las rutas de las entidades rurales contra la resolución 125, dispuesta por el gobierno kirchnerista en marzo de 2008. La revuelta generó un bloque de legisladores del ruralismo en el Congreso que, sin embargo, no se extendió en el tiempo. “Estoy entusiasmado. Hoy hay una sinergia importante, y acá se termina con la grieta entre el campo y el peronismo que se generó entonces”, reflexiona el diputado radical Atilio Benedetti, también presidente de la comisión de Agricultura, pero de la Cámara baja. Benedetti remarca como prueba no sólo la presencia de Mirabella, sino además de legisladores de Encuentro Federal, como Oscar Agost Carreño y Oscar Gutiérrez (Córdoba), y Francisco Morchio (Entre Ríos), de origen peronista.
La agenda comenzó este lunes con la visita a la CNA, la entidad que nuclea a cinco millones de productores rurales y se encarga –al igual que Barbechando– del vínculo con los tres poderes del Estado brasileño. “El objetivo es defender los intereses de los productores rurales argentinos”, afirmaron directivos de esa entidad ante los legisladores nacionales. La recorrida siguió en la embajada argentina en esta ciudad, donde los esperaba el embajador Daniel Raimondi, quien enfatizó el carácter de “socios estratégicos” de ambos países, y se mostró optimista en la inminente concreción de la firma del acuerdo Unión Europea-Mercosur. También destacó como “sumamente relevante y extraordinaria”, la llegada de la delegación de diputados y senadores, y remarcó que en Brasil “el bloque que defiende los intereses del campo es tan fuerte como el de los evangélicos”.
Este martes llegará la cumbre de legisladores, punto final para la misión estratégica en Brasil, aunque los legisladores se prometieron continuar trabajando juntos por proyectos comunes en el Congreso. “Tenemos futuro para defender políticas comunes”, cerró Mirabella.
