Una conmoción enorme causó en la sociedad la muerte de Juanita Milagros Sirimarcos Díaz de 13 años, al regreso de un viaje de egresados del nivel primario y pronta a dar el siguiente paso de ingreso a la escuela industrial.
La madre Claudia Díaz da un dramático testimonio del proceso que vivió su hija al ser afectada por Influenza B, según pudieron determinar los exámenes que se le realizaron cuando se la internó en el Hospital de Pediatría de Posadas, “Llegó tarde al Hospital”, dijo la madre entre lágrimas, porque no podía entender por qué no se la atendió en el trayecto de regreso de Villa Carlos Paz a Posadas. Afirma que su hija le va comentando que se sentía mal, al punto que los padres terminan enviando una ambulancia a Fátima para traerla más rápidamente a Posadas. La madre acusa a los adultos, que estaban a cargo de su hija_ maestra y coordinador de no haber actuado en su socorro.
Y aunque entienden su dolor, el informe del coordinador responsable del viaje, de la empresa de viajes y turismo contratada, envía tres coordinadores, un titular, y otros dos que lo secundan, da cuenta que luego de descomponerse a la madrugada del día en que regresaban se consulta al médico de Carlos Paz, que se había ocupado del contingente. Indica un inyectable y se lo aplica la enfermera que también iba acompañando al contingente, habiendo sido contratada en forma privada.
Ese informe, del que da cuenta el dueño de la empresa con voz quebrada por el dolor de lo sucedido, dice que la niña entonces duerme, ya sin fiebre ni otros síntomas. Pero vuelve a vomitar en cercanías ya de Virasoro, Corrientes y comunicado el padre de Juanita con el dueño de la empresa de viajes y con participación de otros padres del grupo, deciden enviar una ambulancia. Juanita baja del colectivo y con un auto de la empresa en compañía de su maestra, se traslada a Fátima donde desciendes chicos que residen allí. Esperan a la ambulancia. La niña sube a la ambulancia por sus propios medios y así lúcida llega al Hospital de Pediatría donde la aguardan sus padres, certifica el informe.
La empresa de viajes, con más de 25 años en la actividad, señala que es la primera vez que ocurre algo así y puntualiza que tienen seguros, protocolos y contratación de médicos en los destinos. Médicos que monitorean tres veces al día la salud de los integrantes de las delegaciones. En el ámbito de la educación, sólo trabajan con egresados del séptimo grado.
La maestra de Juanita, a quien la madre interpela públicamente, es una paciente oncológica y ha sido maestra también de los hermanos de la niña. En medio de su dolor anticipa que está dispuesta a toda investigación que se desee realizar, indica, a su vez, la responsable del Instituto Cristiano de la República Argentina (Icra).
Es que todos están conmovidos. Toda la sociedad lo está. Porque los viajes de egresados son para celebrar un ciclo terminado y abrir otro. Una docente que conoció a Juanita cuando dio su examen para ingresar a la industrial mostró en las redes la nota escrita por la niña dando cuenta de sus aspiraciones futuras –entre ellas ser presidente “para cambiar, mejorar el mundo”, explica la madre-. Y dice que no la olvidará. Nadie lo hará. Tampoco el colegio al que iba y que distinguió su talento nombrándola abanderada.