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Una de las marcadas diferencias entre la etapa que se terminó en Boca con la salida de Diego Martínez y la que empezó este lunes ya con Fernando Gago al frente del equipo pasa por la conformación de sus respectivos cuerpos técnicos. Y ahí, más allá de la cantidad de colaboradores de cada uno (Martínez llegó a Boca con ocho colaboradores entre ayudantes, profes y analistas y Gago solamente con tres más dos que se sumaron en Boca Predio), hay un ítem no menor que distingue a quienes definitivamente estarán desde ahora en el día a día del plantel: su pasado xeneize.
Es que a la extensa y gloriosa trayectoria del DT en el club, también hay que sumarle que tres de los cinco restantes integrantes del nuevo equipo de trabajo -que al momento conformarán el cuerpo técnico- tienen historia en Boca. El primero es el ayudante principal de Gago, Fabricio Coloccini, quien se sumó a trabajar con Pintita en diciembre último, justo cuando surgió la chance de asumir en Chivas.
Sí, allá por 1999, un joven y siempre ruloso Coloccini asomaba como una de las grandes promesas del Xeneize. Surgido de Argentinos Juniors y llegado a Boca para ser parte de las categorías mayores de las inferiores, Carlos Bianchi lo consideraba importante pensando en el futuro, sobre todo teniendo en cuenta que el titular en su puesto -Walter Samuel- era intensamente seguido desde Europa.
Coloccini en Boca.
Pero sorpresivamente, luego de su debut y único partido en el Xeneize (un 2 a 2 con Unión en Santa Fé en el cual marcó un gol), Coloccini se fue de Boca por la patria potestad para jugar en el Milan. El enfrentamiento público que su papá (Osvaldo, ex jugador de San Lorenzo) tuvo con Mauricio Macri puso al central en una posición de difícil retorno respecto a la posibilidad de volver algún día como futbolista. Y muy pronto, el club italiano lo cedió para que juegue y se consagre con la camiseta del Ciclón, equipo del que se declaró hincha y al cual volvió tras su extensa carrera en Europa.
Claro, allí compartió también años junto a Juan Román Riquelme en el Villarreal. Y -con el conocimiento previo que tenían ambos de sus tiempos en el Bicho y en Boca- terminaron de forjar una relación que actualmente es muy buena y que suma positivamente para lo que vendrá con objetivos en común.
Cristian Muñoz en Boca.
Muñoz y su tarde de gloria
Unos meses antes de aquel partido que Coloccini jugó en Boca, las casualidades del destino llevaron a Cristian Muñoz a pasar de tercer arquero del plantel (detrás de Óscar Córdoba y el Pato Abbondanzieri) a atajar por primera vez como profesional en un superclásico en la Bombonera, que Boca ganó con gol de Palermo sobre el final. Luego, se mantuvo en el club sin tantas chances y siguió su carrera mayormente en el exterior, para retirarse en Chile y retomar el contacto con el Xeneize primero desde el Senior y luego sumándose a la estructura de las divisiones inferiores.
Desde ahí es que el Consejo de Fútbol lo propuso para que sea el entrenador de arqueros, puesto que Fernando Gayoso seguirá con su tarea de coordinación general a partir de su situación de salud y que Gago llegó sin un especialista en la materia.
Uno que sí y dos que no
El otro nombre con pasado en Boca es Roberto Luzzi, el profe que acompaña a Gago desde su etapa en Aldosivi. Luzzi ya trabajó en el club en las inferiores hace más de una década y tuvo pasos por la Primera durante el primer ciclo de Miguel Ángel Russo y en el tiempo en el que Abel Alves estuvo confirmado al frente del plantel, a comienzos de 2010 . Quienes hasta acá no tienen lazos son el otro ayudante de Gago (Diego Cogliandro) y el PF que se sumó desde el Predio, Cristian Aquino.
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