“El problema había sido con sus amigos. Él toma la posta como el macho alfa de la manada que tiene que arreglar las cosas e intenta arreglarlas de una forma ilegítima”, así, el fiscal Adrián Landini describió a Elián Ángel Valenzuela, popularmente conocido como L-Gante, en el alegato donde pidió una pena de siete años de cárcel para el líder de la llamada Cumbia 420. El músico es juzgado por los delitos de amenazas, privación ilegal de la libertad y encubrimiento. El próximo lunes 28 de octubre, el juez Ignacio Racca, integrante del Tribunal Oral en lo Criminal N°3 de Mercedes, dará a conocer el veredicto.
Por el caso que ahora lo tiene sentado en el banquillo de los acusados, L-Gante, de 24 años, estuvo preso desde el 6 de junio hasta el 8 de septiembre del año pasado.
La audiencia de alegatos fue transmitida por el canal de YouTube de la Suprema Corte de Justicia bonaerense. “Aquí no se discute autoría por parte del imputado Valenzuela. Él mismo se puso como protagonista de los hechos, pero minimizando las situaciones llevadas a cabo. Situaciones que en esa búsqueda de explicaciones o de Justicia por mano propia no dejan de ser delitos, justificando que en ‘el barrio las cosas se arreglan así’. Los hechos sucedieron y que Valenzuela es penalmente responsable de los mismos”.
Tras los alegatos de los abogados que representaron a las víctimas, Leonardo Sigal y Pablo Becerra, y de la defensa, encabezada por el abogado Luciano Locatelli, que tuvo la colaboración del destituido fiscal de San Isidro Claudio Scapolan, L-Gante hizo uso de su derecho de decir sus últimas palabras antes del veredicto.
“Soy una persona inocente. Estoy en esta sala de juicio porque no quise poner dinero. Tienen una imaginación de director de cine o de un niño mentiroso las personas a las que estoy mirando ahora mismo [por los abogados de los denunciantes]. Por dentro estoy muy enojado por esta situación, mi oficio son otras cosas. Estoy muy interesado en estudiar Derecho. Yo no me creo Dios, sí creo mucho en Dios. Se me hace muy desagradable estar en frente de personas que se creen profesionales y quieren hablar de leyes y Justicia. Repito: hoy en día estoy acá por no dejar que ningún… me guardo la palabra, quiera quitarme mi dinero. Si hay más procesos también estaré a disposición”, afirmó L-Gante.
Cuando estaba por finalizar su alegato, el abogado Sigal relató una serie amenazaS que sufrió en medio del proceso. En una oportunidad lo llamaron por teléfono y le espetaron: “Acordate que tenes un hijo de 12 años, renuncia a la causa”. Otra vez le cruzaron un auto en una autopista y un joven le dijo “vos estás vivo porque yo quiero”.
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