El Atlético Mineiro que enfrentará este martes a River por la ida de las semifinales de la Copa Libertadores vive años muy agitados. De grandes cambios, de grandes inversiones, de grandes deudas. Todo, aquí, es a lo grande. Los movimientos son bruscos. De la inauguración de su estadio, el Arena MRV, a la transformación formal en sociedad anónima, de contrataciones millonarias a la acumulación de pasivos impagables. La inversión, el presupuesto y los cheques impagos no son menos grandes que las expectativas por un equipo que juega cada vez mejor y que alimenta el sueño de su segunda Libertadores después de aquella que ganara en 2013 de la mano de Ronaldinho.
En noviembre del año pasado se oficializó el proceso de transformación a SAF (Sociedad Anónima de Fútbol, como se llaman aquí en Brasil), que solo confirmó lo que ya sucedía desde hacía varios años por fuera de los papeles: Rubens Menin, la cabeza de MRV, una de las constructoras más grandes del continente, fue hasta fines de 2023 un “mecenas” del Galo. Billonario, Menin es dueño de un imperio cuyo holding empresario consta, además de la constructora, de la incursión en desarrollo de almacenes logísticos (LOGG3), bancos (Inter BIDI3, BIDI4 y BIDI11), comunicaciones (es dueño de CNN Brasil), fraccionamientos urbanos (Urbamais) y construcción civil en Estados Unidos (AHS).
Menin invierte desde hace años en Atlético Mineiro. Fue quien se hizo cargo de la construcción del nuevo estadio del Galo así como de los fichajes de todas las grandes estrellas que jugaron en el AM en el último tiempo, incluido claro un Nacho Fernández que fue exclusivamente contratado por este empresario, que bancó su transferencia y su salario como hizo con las de muchas otras figuras. Lo que sucedió hace poco más de un año es que el rol de este mecenas terminó por blanquearse legalmente en la figura del principal accionista de una SAF: el Grupo 2R, dueño de la constructora que tiene a MRV, empresa que aparece en el naming del estadio, tiene un 55,74% del paquete accionario. Galo Forte FIP tiene un 26,88%, FIGA, un Fondo de Inversión formado por los propios hinchas del club, un 8,46% y el empresario Ricardo Guimarães (dueño del banco BMG) un 8,43%.
El nuevo estadio del Mineiro tiene capacidad para 47.465, poco más de la mitad que el Monumental.
Entre Menin y Guimarães inyectaron mucho dinero en un club que pasó a generar una deuda que superó los 2.000 millones de reales, más de u$s 350.000.000. En buena parte, esa deuda era con los dos empresarios, que se terminaron quedando con las acciones del club como sociedad anónima, acaso el objetivo inicial que tuvieron…
Hoy los inversores empezaron a reducir el pasivo en 500 millones de reales con la venta del centro comercial que poseía la propia asociación que se hizo cargo del club, pero todavía los números están en rojo.
Aún más después de un mercado de pases en el que aumentaron el presupuesto anual del fútbol profesional a más de los 230 millones de reales que tenían estipulados (unos u$s 41.000.000): entre las contrataciones de Deyverson, Fausto Vera, el serbio-brasileño Lyanco, Junior Alonso y Bernard (llegó libre), la SAF gastó cerca de 13M dólares en pases, pero la inversión en términos salariales fue muy alta.
Hulk y Deyverson festejan en Atlético Mineiro. Intimidan…
Porque, claro, la ilusión es así de grande también: Mineiro apuesta muy fuerte a la Libertadores. Hay, claro, muchos intereses en juego. Intereses de gente muy poderosa…
Belo Horizonte (enviado especial)