Ojo Rayo Vallecano con historial: James nunca volvió rápido de lesión
El colombiano se ausentó de una práctica, volvió al otro día pero persiste preocupación.
James Rodríguez en Rayo Vallecano
Foto: EFE
23 de octubre 2024 , 09:00 p. m.
Es comprensible: viene de ser MVP de la Copa América, se apunta dos partidos completos en Selección Colombia a 4.150m de altitud y luego en el intenso calor de Barranquilla y es figura excluyente, muestra sus dotes de liderazgo y calidad sin ahorrar esfuerzos y, ¿no puede disfrutar de todo eso el equipo que le paga un millonario salario?
Pero lo que debe saber Rayo Vallecano es que no es personal, no es el primer equipo que se hace esa misma pregunta y que termina resignado a ver a su jugador franquicia más tiempo en la enfermería que en la cancha.
El 10 llegó a Vallecas después de un mes y medio sin actividad y fue el más rutilante refuerzos de un club modesto que tiene como principal prioridad no perder la categoría. Por eso no hay que esperar exhibiciones futbolísticas de parte de Íñigo Pérez, a quienes muchos colombianos ya miran con antipatía sin entender del todo sus motivaciones para relegar al banquillo al jugador al que todos quieren ver.
La última alerta saltó el pasado lunes, cuando el zurdo se ausentó del entrenamiento, pero regresó y se vio trabajando con normalidad 24 horas después. No hay un reporte médico oficial, solo especulaciones. Pero ojo que, revisando el pasado, no siempre las recuperaciones de James fueron buenas noticias a largo plazo.
Historial de preocupaciones
Hay un hecho que puede darle la razón al DT de Rayo y es el importante historial de lesiones que arrastra su gran figura. No debería ser lo más determinante a la hora de decidir su titularidad, pero es un ‘leit’ motiv’, un susurro que es muy difícil de ignorar.
James ha sufrido cerca de 40 bajas por problemas físicos en su carrera y no es un detalle menor a la hora de la planeación de un equipo para toda una temporada. Las razones son muchas pero, al final, es un hecho que hay que dosificar los esfuerzos y ser muy cautos a la hora de exigirle si no se le quiere perder por largos periodos.
La lista de ausencias es larga. Desde 2018, por ejemplo, cuando duró diez días de baja por un problema en el sóleo y apenas su jugó hasta la eliminación en octavos de final contra Inglaterra, cada alerta se complicó: en Bayern duró 18 días fuera por problemas en el gemelo, luego pasaron 13 días más por una recaída ya su regreso a Real Madrid se recuerdan bajas por temas de aductores (10 días), rodilla derecha (38 días) y cadera (10 días).
En Everton se ausentó 5 veces y solo una vez tardó 6 días en regresar: luego pasó 11 días fuera, 25 por uno de esos ‘little problem’ que reconocía Ancelotti sin dar más detalles y finalmente 38 por una lesión en el gemelo.
En Al-Rayyan se reportó en la enfermería tres veces, una de ellas de 23 días, y en Sao Paulo llegó a pasar 51 días, entre abril y junio de este año 2024, sin estar disponible. Lo habitual es que se conozcan muy pocos detalles de los diagnósticos reales, según se dice por petición del propio paciente. Lo cierto es que en Brasil, por ejemplo, se quedaron esperando la versión del crack que siempre fue vistiendo la camiseta de la Selección Colombia.
Y al final, una certeza: James no es un jugador que supere rápido las lesiones: casi nunca volvió antes de diez días y muchas veces, al intentar apurar la recuperación, tuvo recaídas que lo marginaron por semanas. Por eso es clave el manejo que haga de su talento el Rayo Vallecano: si entra en la onda de la ansiedad va a contar la misma historia de los clubes que en los últimos cinco años vieron al 10 llegar e irse sin mayor suceso pero si es prudente y no se deja aturdir por las presentaciones en la selección nacional puede tener mejores resultados a largo plazo. Así que no le reprochen tanto a Íñigo Pérez, que su paciencia puede ser un buen antídoto para un jugador que requiere un manejo especial. Hay que confiar. Que James, con paciencia, no decepciona.