El investigador Diego Ojeda, licenciado en Genética por la Universidad Nacional de Misiones y doctor en microbiología por la Universidad de Buenos Aires actualmente se desempeña como docente en la Facultad de Medicina de la UBA. Él evidencia la importancia de invertir en ciencia y educación, especialmente en un contexto donde ambos sectores enfrentan desafíos significativos. Actualmente, Ojeda integra un importante proyecto: la investigación y vigilancia de vectores de mosquitos para anticipar y controlar la transmisión del dengue.
Este esfuerzo, que busca mejorar la calidad de vida de la población, es posible gracias al trabajo conjunto de un equipo comprometido que está bajo la supervisión de la doctora Karina Salvatierra.
Este kit, conocido como Detect-AR Dengue, es resultado de un esfuerzo colaborativo que incluye al equipo de la Fundación Instituto Leloir, liderado por la viróloga Andrea Gamarnik. La participación de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM), donde se realizaron parte de los estudios, es crucial en este desarrollo, que cuenta con la aprobación de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat).
El proceso de creación del test involucró un exhaustivo análisis de muestras y un estudio de variabilidad genética del virus del dengue, realizado en el laboratorio móvil Madar, ubicado en el campus de la UNaM. Este laboratorio, único en la región, se caracteriza por su infraestructura y tecnología innovadora, y ha sido fundamental en la creación del kit.
La colaboración entre investigadores de distintas disciplinas y regiones ha sido esencial para avanzar en este proyecto. La aprobación del Detect-AR Dengue marca un hito en la lucha contra una enfermedad que afecta a miles en Argentina y otras zonas tropicales. Con este desarrollo, se espera mejorar la detección y la respuesta ante posibles brotes, fortaleciendo así el sistema de salud del país.
La comunidad científica resalta que, si se continúa apostando a la investigación con el adecuado financiamiento, se potenciarán las capacidades científicas locales y se consolidará un grupo de investigación enfocado en estudios genómicos de arbovirus, lo que promete grandes avances en el ámbito de la salud pública.