En un sombrío desenlace, las aguas del río Paraná, a la altura del distrito de Mayor Otaño (Itapúa), revelaron cuatro cuerpos sin vida. Según las primeras informaciones, los cadáveres corresponden a un hombre adulto y tres menores.
Las autoridades sospechan que se trata de Rafael Ortiz, de 29 años, y sus tres hijas, de uno, cinco y siete años, quienes habían sido reportados como desaparecidos desde el pasado 5 de noviembre.
La búsqueda inició luego de que Ortiz amenazara con lanzarse al río con las niñas, tras una disputa con su expareja.
El descubrimiento fue realizado por personal del área naval, que se encuentra trabajando en la extracción de los cuerpos. Según el fiscal de la causa, Édgar Benítez, aún se espera la confirmación oficial mediante peritajes forenses, pero las características físicas coinciden con las de las personas desaparecidas.
Una amenaza que se cumplió
La tragedia comenzó a tomar forma el viernes 3 de noviembre, cuando Ortiz retiró a sus hijas de la casa de su madre, con quien tenía un acuerdo de entregarlas de vuelta el domingo 5 a las 16:00.
Sin embargo, tras llevarse a las menores, comenzó a amenazar a su expareja. “No volverás a verlas si no volvemos”, le habría dicho, refiriéndose a la relación que ella había decidido terminar hace tres meses, poniendo fin a ocho años de violencia.
El mismo viernes, Ortiz fue visto por última vez en compañía de sus hijas y su padre, el abuelo de las niñas, en una embarcación. Testigos aseguran que cruzaron hacia la orilla argentina. Según la investigación, el abuelo es uno de los propietarios de la embarcación utilizada.
Investigaciones y detenciones
La fiscalía ha imputado tanto al abuelo de las niñas como al conductor de la canoa por complicidad en los hechos.
Al abuelo se le atribuyen además cargos por violación del deber de cuidado, mientras que al conductor se le señala por facilitar el medio de transporte. Ambos permanecen detenidos mientras avanzan las investigaciones.
Un dato escalofriante aportado por el personal naval es que los cuerpos fueron encontrados juntos y atados, lo que apunta a un acto premeditado.
En declaraciones a medios locales, el fiscal Benítez confirmó que la madre de las niñas denunció la desaparición poco después de la amenaza de Ortiz. La mujer, quien había logrado escapar de un ciclo de violencia, enfrentaba ahora una pesadilla aún mayor. El trágico desenlace parece confirmar los peores temores de la familia y de las autoridades.
A lo largo de la tarde, personal naval continuó con los trabajos de extracción y levantamiento de los cuerpos. Se espera que en las próximas horas se realicen las autopsias correspondientes y se confirme la identidad de las víctimas.
Fuente Miones 0nline