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(CNN) — La elección del Gabinete del presidente electo Donald Trump es cada vez más extravagante, lo que puede ser parte de la cuestión.
¿Secretario de Justicia? El representante Matt Gaetz, el provocador de derechas que está siendo investigado por el Comité de Ética de la Cámara de Representantes por acusaciones de conducta sexual inapropiada.
¿Secretario de Defensa? Pete Hegseth, un presentador de fin de semana de Fox News que sirvió en la Guardia Nacional.
¿Director Nacional de Inteligencia? Tulsi Gabbard, la excongresista demócrata que expresó simpatía por Rusia.
«Algunos de ellos están pensados para sacudir Washington», dijo Scott Jennings, un republicano y comentarista político que apareció en CNN después de la sorprendente elección de Gaetz. Otras elecciones de Trump, como la del senador Marco Rubio para secretario de Estado, son más convencionales.
Jennings dijo que nadie debería subestimar la capacidad de Trump para lograr que algunas de estas propuestas sean aprobadas en el Senado, ahora que él afirma tener un mandato tras ganar la elección presidencial.
El representante Jared Moskowitz, un demócrata de Florida que sirvió con Gaetz tanto en la legislatura de Florida como en la Cámara de Representantes, dijo que no debería sorprender que Trump eligiera a Gaetz, que fue uno de los defensores más eficaces de Trump en el Congreso.
Gaetz es conocido por sus tácticas de tierra quemada en la Cámara de Representantes y fue fundamental para destituir al entonces presidente de la Cámara, Kevin McCarthy, el año pasado por negociar con los demócratas. Podría ser lo suficientemente controvertido como para desafiar incluso la capacidad de Trump para lograr la confirmación de un secretario de Justicia.
«Matt Gaetz sabe exactamente qué hacer con la oficina del secretario de Justicia» , dijo Moskowitz, señalando que Gaetz es leal a Trump y “competente”. Añadió que Gaetz será » el secretario de Justicia más poderoso en la historia de Estados Unidos» .
Trump expresó previamente su deseo de cambiar drásticamente tanto el aparato de seguridad nacional como el Departamento de Justicia, al que sigue culpando de la investigación sobre la intromisión electoral rusa en las elecciones de 2016.
El representante Matt Gaetz habla en la Convención Nacional Republicana en Milwaukee, Wisconsin, el 17 de julio. (Crédito: Alex Wong/Getty Images)
Trump quiere poder para sortear las confirmaciones del Senado
Trump ya exigió una vía rápida para eludir el proceso de confirmación del Senado cuando animó a los republicanos a respaldar el concepto de «nombramientos en receso» para sus propuestas.
Sería una gran evolución para los senadores republicanos respaldar este tipo de selecciones, que pueden hacerse cuando el Senado está fuera de sesión. Hace diez años, los republicanos del Senado llevaron a la administración Obama ante la Corte Suprema de Justicia de EE.UU. por esta cuestión, ganaron una sentencia unánime y garantizaron su capacidad constitucional de influir en quién dirige el Gobierno de EE.UU..
En aquel entonces, el senador Mike Lee, un republicano de Utah que ahora es un importante aliado de Trump, calificó el intento del presidente Barack Obama de utilizar un nombramiento en receso para hacer funcionar la Junta Nacional de Relaciones Laborales como un intento de «eludir al Congreso e ignorar la Constitución para lograr su controvertida agenda política».
Ahora resulta un poco incómodo que algunos republicanos del Senado quieran otorgar a Trump el poder de hacer nombramientos de receso sin su participación, después de que él lo exigiera durante el fin de semana.
Los nombramientos de receso son contrataciones temporales que pueden durar uno o dos años. El objetivo es la rapidez, puesto que el reloj ya corre en la próxima presidencia de Trump.
«Sabemos que el presidente Trump solo tendrá cuatro años para remodelar nuestro gobierno federal», dijo la senadora Joni Ernst, republicana de Iowa, a Fox Business.
Cuatro años puede ser optimista. Cada uno de los tres últimos presidentes –Obama, Trump y Joe Biden– lograron sus principales victorias legislativas en los dos primeros años de su presidencia antes de perder el control de la Cámara como parte de una reacción ahora normal contra los presidentes en el poder.
A algunos republicanos les sorprendió la elección de Trump para Defensa
Los republicanos están a punto de tener una mayoría de 53 a 47 escaños en el Senado si ganan la carrera en Pensilvania, donde el candidato republicano David McCormick mantiene una ligera ventaja. Eso debería darles suficientes votos para sacar adelante cualquier propuesta de Trump, aunque algunos senadores republicanos se rascaban la cabeza ante la elección de Hegseth.
«Guau», dijo la senadora Lisa Murkowski, de Alaska.
«¿Quién?», preguntó el senador Bill Cassidy, de Luisiana, según NBC.
«Interesante», dijo el senador Thom Tillis, de Carolina del Norte.
Otros se mostraron favorables. El senador Markwayne Mullin, de Oklahoma, elogió a Hegseth por no ser políticamente correcto.
«El requisito es que el presidente Trump proponga al individuo y el Senado lo confirme. Confío en la decisión del presidente Trump» , dijo Mullin a Jake Tapper de CNN este miércoles.
A Mullin no le convenció tanto la elección de Gaetz.
«Tiene que venir al Senado y venderse a sí mismo», dijo Mullin. «Hay muchas preguntas ahí fuera».
Aferrarse al poder
Si hay un tema en esta nueva administración Trump en ciernes, es que el presidente electo quiere ir rápidamente a lo grande, reescribiendo algunas de las reglas en Washington, aprovechando más poder para que el presidente eluda al Congreso y moldee la burocracia federal.
Daniel Farber es profesor de Derecho en la Facultad de Derecho de la Universidad de California en Berkeley y autor de un libro sobre el poder presidencial. Me dijo en un correo electrónico que ha habido una tendencia a largo plazo de los presidentes a tratar de consolidar el poder en la rama ejecutiva.
«Una cosa que evitó que esto llegue a extremos es que la mayoría de los presidentes entienden que necesitan personal competente y experimentado en todo el Gobierno para llevar a cabo sus programas de manera efectiva. No creo que Trump tenga ese punto de vista», dijo.
Los informes sobre un comité especial para reevaluar la lealtad de los generales se sale de la norma y podría colocar en el Pentágono a generales aprobados por Trump.
Luego está la propuesta de Vivek Ramaswamy y Elon Musk para liderar un nuevo «Departamento de Eficiencia Gubernamental«, cuyas siglas en inglés son similares a la de la criptomoneda favorita de Musk, DOGE.
Muchos se preguntan de dónde sacarán estos dos hombres de negocios US$ 2 billones para recortar del extenso Gobierno federal. Trump prometió que encontrarían la forma de «desmantelar la burocracia federal» , pero actualmente no tienen ningún poder oficial ni mandato del Congreso. Musk dijo que habría un buzón de sugerencias en línea y que también podrían mostrar cómo se despilfarra el dinero del Gobierno.
Hay formas en que Trump podría dar a Musk y Ramaswamy poder oficial o incluso contratarlos oficialmente sin obligar a Musk a desinvertir de Tesla y SpaceX; pero es revelador que Trump no parece estar persiguiendo esas opciones, según Norm Eisen, miembro sénior de Estudios de Gobernanza en la Institución Brookings, que también sirvió como «zar de la ética» en la administración Obama.
«Es el principio del fin para ellos», pronosticó Eisen sobre su relación con Trump, señalando las numerosas recomendaciones de comisiones gubernamentales que hace tiempo han caído en el olvido sin que se haya tomado ninguna medida. «Trump realmente no quiere compartir con personalidades fuertes que podrían ser rivales».
Mientras tanto, Robert F. Kennedy Jr., el escéptico de las vacunas que apoyó a Trump, quiere una amplia latitud sobre la política sanitaria estadounidense, pero aparentemente no se le puede dar un papel en el Gabinete.
Elon Musk se une a Donald Trump durante un mitin de campaña en Butler, Pennsylvania, el 5 de octubre. Crédito: Jim Watson/AFP/Getty Images
Ahora en el poder, Thune señala el papel constitucional
En cuanto a los nombramientos de receso, hay algunos indicios de que los principales republicanos del Senado no querrán ceder tan fácilmente su poder de influir en las escogencias de Trump.
Todos los candidatos que compiten por ser el líder de la mayoría republicana del Senado cuando los republicanos se hagan con la mayoría en enero expresaron cierta apertura a la idea de los nombramientos de receso, incluido el ganador final, el senador John Thune, de Dakota del Sur.
Pero cuando habló con los periodistas en el Capitolio tras ganar el puesto este miércoles, Thune señaló que el Senado «tiene un papel de asesoramiento y consentimiento en la Constitución».
Aunque Thune no rechazó la idea de los nombramientos en receso, dejó claro que los senadores no renuncian a nada todavía.
«Queremos asegurarnos de que nuestros comités celebren audiencias de confirmación como suelen hacer», dijo, aunque advirtió a los demócratas que no entorpezcan demasiado el proceso, o los republicanos del Senado «explorarán todas las opciones».
Thune también prometió que los republicanos respetarán las maniobras de dilación legislativas, la costumbre por la que una minoría de senadores puede aplastar la mayor parte de la legislación.
«El Senado, como saben, es por diseño de sus fundadores, un lugar donde la minoría tiene voz en nuestro proceso», dijo.
Cualquiera que recuerde hasta 2017 –el primer año del primer mandato de Trump, cuando los republicanos ocupaban la Cámara de Representantes, el Senado y la Casa Blanca, como harán el año que viene– recordará que Trump se quejaba rutinariamente de las maniobras de dilación entonces como un impedimento para conseguir la aprobación de la legislación.
CNN proyectó este miércoles que los republicanos mantendrán la mayoría en la Cámara de Representantes, pero es seguro que será mucho menor que la mayoría que los republicanos tuvieron la primera vez que Trump gobernó. Eso significa que será más difícil aprobar leyes solo con los republicanos.
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