El periodista Fernando Ortega Zabala posa la lupa sobre un concepto que suena de manera cada vez más recurrente en la sociedad misionera y se vincula con una reingeniería de la política local: el Blend.
Ortega Zabala comienza su análisis con el abordaje de las relaciones internacionales de Argentina durante la presidencia de Carlos Menem, centrándose en el concepto de “realismo periférico” propuesto por Carlos Escudé. Sostiene que la política de exterior de Menem fue efectiva, especialmente en el contexto de la Guerra Fría y la transición hacia un alineamiento con Occidente, particularmente con Estados Unidos.
El periodista destaca el cambio de paradigma en la diplomacia argentina, dejando atrás la neutralidad del Movimiento de Países No Alineados y adoptando un postura más activa y cercana con las potencias occidentales. Este cambio se justifica por la necesidad de Argentina de salir al mundo y buscar oportunidades en un contexto signado por la vulnerabilidad económica y política.
El “realismo periférico” se presenta como una estrategia para que los países en desarrollo, como Argentina, manejen sus relaciones internacionales de manera pragmática, evitando confrontaciones innecesarias con potencias más fuertes.
A medida que avanza el análisis, hace una analogía con la situación de la provincia de Misiones, que, tras un período de crisis, adoptó un enfoque similar al de Menem en términos de alineación política.
Ortega Zabala pondera la figura de Carlos Rovira y destaca que, desde 2003, el Frente Renovador de la Concordia se fue alineando al poder de turno, sin perder de vista la construcción de un Estado fuerte y con las cuentas al día, esto es, el equilibrio fiscal tan valorado por el gobierno de Milei. Ese rumbo, subraya, es apoyado desde 2003 por el electorado misionero.
En el análisis se destaca una fuerte crítica a la confrontación política interna, las posturas individualistas y aboga por una actitud más colaborativa que haga más fuerte al “Cantón Verde”.
Finalmente, reflexiona que el “Blend” podría dar luz a las bases del misionerismo para la construcción de un Estado moderno con políticas de desarrollo a largo plazo.