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(CNN) — La explosión de una fábrica que mató a dos trabajadores en Louisville, Kentucky, la semana pasada fue causada por un recipiente de cocina defectuoso, dijeron funcionarios este lunes.
«Fue un accidente industrial y no hay indicios de que alguien haya hecho algo intencional para provocar la explosión», dijo Shawn Morrow, agente especial de Louisville a cargo de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), según WLKY, afiliada de CNN.
Morrow aseguró al público que no había ninguna amenaza en curso. “La escena está contenida, es segura y la planta ya no está en funcionamiento”, dijo en una conferencia de prensa.
La explosión se produjo en la planta Givaudan Sense Colour, que produce colorantes para alimentos y bebidas y es propiedad del fabricante suizo Givaudan. Y no es la primera vez que se produce una explosión; hubo otra explosión mortal en la misma instalación hace 21 años, cuando la empresa tenía un propietario diferente.
Las dos personas que murieron eran trabajadores de la planta, y una decena más resultaron heridas. Inmediatamente después, se ordenó a las personas que se encontraban en las inmediaciones que se refugiaran en el lugar o que evacuaran; aunque esa orden se levantó pronto, el alcalde instó a los residentes a mantener la cautela.
Cincuenta agentes de la ATF fueron enviados a investigar, realizando más de 135 entrevistas y evaluando el impacto en casi 200 edificios residenciales y comerciales de la zona, dijo Morrow.
Agregó que un video de vigilancia interna y un disco duro que contiene datos importantes muestran que la explosión se originó en un recipiente de cocción en el lado sur de la planta. No dio más detalles sobre el recipiente de cocción.
“En los próximos días, el equipo de investigación continuará reuniendo sus hallazgos y finalizará nuestra fase inicial y emitirá un informe final sobre el origen y la causa”, dijo Morrow, añadiendo que la investigación no era definitiva.
La propiedad fue devuelta a la empresa el domingo, según Morrow.
Una zona dañada fue acordonada después de una explosión en la planta Givaudan Color Sense en Louisville, Kentucky, el 13 de noviembre. (Crédito: Dylan Lovan/AP)
Mientras tanto, los seres queridos de las víctimas permanecen en luto, incluida la familia de Kevens Dawson Jr., quien fue encontrado entre los escombros horas después de que la compañía de colorantes alimentarios dijera que no faltaban empleados.
En ese momento, el alcalde de Louisville, Craig Greenberg, había dicho en una conferencia de prensa: “La empresa nos había dicho que todos los empleados estaban contabilizados… Trágicamente, ese no fue el caso”.
Givaudan atribuyó la confusión a “la magnitud de la explosión”, que obligó a la empresa a enviar trabajadores a dos sitios de evacuación, dijo su portavoz a CNN la semana pasada.
Varios familiares de Dawson realizaron una conferencia de prensa este lunes, donde su hijo de 32 años lo describió como un padre honorable y amoroso.
“Durante toda mi vida, mi padre trabajaba turnos de 12 horas todos los días. Trabajaba horas extras o en días festivos, lo que fuera necesario para mantener a su familia”, dijo su hijo con voz temblorosa. “Esa es la ética que llevo en el corazón”.
Dawson, un veterano del Ejército y padre de tres hijos, tenía 49 años. Habría cumplido 50 el domingo pasado.
La familia contrató a los abogados Mark Lanier, Lonita Baker y Ben Crump. Crump estuvo al frente de algunos de los casos más destacados relacionados con los derechos civiles y la injusticia racial, y en Louisville es conocido por representar a la familia de Breonna Taylor en su demanda por homicidio culposo contra la ciudad.
“Tenemos la obligación de averiguar qué salió mal y lograr justicia para la familia Dawson”, dijo Baker en la conferencia de prensa.
–CNN contactó previamente a Givaudan Sense Colour para solicitar comentarios.
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