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(CNN) — Los estadounidenses que quieran comprar una casa en los próximos años tendrán que enfrentar una dura realidad.
Después de alcanzar máximos de dos décadas cercanos al 8% a finales del año pasado, las tasas hipotecarias cayeron, bajando casi hasta el 6% en septiembre. Pero las tasas han subido constantemente desde entonces. La tasa promedio de una hipoteca estándar a 30 años con tasa fija fue del 6,84% esta semana, dijo Freddie Mac el jueves, representando el séptimo aumento semanal en las últimas ocho semanas.
Se espera que las tasas hipotecarias se mantengan por encima del 6% durante al menos los próximos dos años, según economistas y pronósticos recientes.
«El nuevo establecido será alrededor del 6%», dijo Lawrence Yun, economista jefe de la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios, a los periodistas en una llamada el jueves. «No vamos a volver a condiciones de tasas hipotecarias del 3%, 4% o 5%».
Eso significa que los estadounidenses que esperan convertirse en propietarios no obtendrán un alivio significativo de los costos de endeudamiento más bajos, lo que podría dejar a algunas personas fuera de una parte importante del «sueño americano».
Los economistas de Wells Fargo proyectan que las tasas hipotecarias promediarán el 6,3% para finales del próximo año, según pronósticos actualizados publicados el jueves, manteniéndose cerca de ese nivel durante todo 2026. Fannie Mae dijo la semana pasada que su «perspectiva de tasas hipotecarias ha sido revisada significativamente al alza», proyectando que las tasas hipotecarias promediarán el 6,4% el próximo año, y luego el 6,1% en 2026.
Las ventas de viviendas están en camino de tener su peor año desde 1995 debido al crecimiento de los precios de las viviendas y las tasas hipotecarias elevadas. Los precios de las viviendas no han disminuido en más de un año, según datos de la NAR, y el breve respiro en los costos de endeudamiento este año llegó demasiado tarde para impulsar la actividad de compra de viviendas.
Muchas de las políticas económicas propuestas por el presidente electo Donald Trump, si se implementan, podrían reavivar la inflación, según los economistas. Eso, a su vez, podría impedir que la Reserva Federal (Fed) reduzca aún más las tasas de interés, después de que comenzara a recortarlas hace solo dos meses, e incluso podría provocar aumentos de tasas de interés por parte del banco central.
Trump también prometió más recortes de impuestos y gasto deficitario, lo que podría agregar billones de dólares a la deuda nacional, obligando al Gobierno a pedir más dinero prestado a los tenedores de bonos. Se espera una avalancha de bonos del Tesoro para cubrir la factura, lo que ha hecho que los precios del Tesoro caigan y los rendimientos, que se mueven en dirección opuesta a los precios de los bonos, aumenten en el período previo y posterior al día de las elecciones. Las tasas hipotecarias están estrechamente vinculadas al rendimiento del Tesoro estadounidense a 10 años.
En conjunto, eso podría resultar ser un dolor de cabeza para cualquiera que dependa de una hipoteca para comprar una casa.
Viviendas residenciales en Richmond, California, el miércoles 18 de septiembre de 2024. David Paul Morris/Bloomberg/Getty Images
¿Qué impediría que las tasas bajen más?
El reciente aumento en las tasas hipotecarias también ha sido impulsado por datos económicos sólidos, lo que podría evitar que la Fed reduzca las tasas. Así que más de eso mantendría las tasas de interés de bajar el próximo año y en 2026.
Después de que las tasas hipotecarias alcanzaran un mínimo de dos años del 6,08% a finales de septiembre, las cifras robustas sobre el empleo y el gasto minorista hicieron que los rendimientos de los bonos subieran. Recientemente, los datos de inflación de la semana pasada fueron muy alentadores, lo que provocó un nuevo aumento de los rendimientos.
El mercado de bonos del Tesoro de EE.UU. de US$ 28 billones también podría haber valorado los posibles efectos de la victoria de Trump en la economía de EE.UU.
«El mercado de bonos, siempre hipersensible a cualquier indicio de inflación, ha mostrado su preocupación», dijo Bernard Baumohl, economista jefe global del Grupo de Perspectivas Económicas, en un análisis la semana pasada. «La historia nos ha advertido repetidamente sobre los efectos corrosivos que los aranceles pueden tener en los precios».
La agenda económica de Trump pide aranceles rígidos y deportaciones masivas. Eso podría avivar la inflación, empujando los precios al consumidor hacia arriba.
El mes pasado, el inversionista multimillonario Paul Tudor Jones dijo que una deuda nacional en aumento bajo Trump sería mal vista por el mercado de bonos.
«Nos vamos a quedar sin dinero muy rápidamente a menos que nos tomemos en serio el manejo de nuestros problemas de gasto», dijo a CNBC. «Claramente no voy a poseer ningún ingreso fijo».
«Los consumidores se están acostumbrando»
En septiembre, Nick Dus de Evansville, Indiana, dijo a CNN que muchos de sus amigos querían comprar casas más grandes. «Han estado al margen por un tiempo hasta que bajen las tasas de interés», dijo.
Dus y su esposa obtuvieron una hipoteca ultrabaja durante la pandemia: 2,75% por 15 años, pero saben que sus hijos casi con certeza no tendrán la misma buena fortuna.
«Estamos preocupados por nuestros hijos», dijo. «Si algo no cambia, quiero decir, realmente me preocupa que mis hijos puedan encontrar una casa realmente agradable en la que puedan vivir algún día».
Pero una economía fuerte, naturalmente, también trae muchos beneficios.
«Tenemos ganancias de empleo continuas y además tenemos más inventario comenzando a aparecer», dijo Yun de la NAR.
La salud del mercado laboral es clave porque el sólido crecimiento salarial y los cheques de pago constantes facilitan lidiar con las tasas hipotecarias elevadas. El mercado laboral de EE.UU. se ha desacelerado en los últimos meses, pero el desempleo sigue en niveles históricamente bajos.
El inventario total de viviendas, o cuántas casas hay en el mercado, ha mejorado constantemente este año, con el llamado efecto de bloqueo deshaciéndose lentamente. Muchos estadounidenses han preferido no vender su casa porque querían aferrarse a su baja tasa hipotecaria, que obtuvieron antes de que la Fed comenzara a aumentar las tasas en 2022. Yun dijo que algunas de esas personas se han sentido obligadas a vender debido a eventos de la vida como un divorcio, matrimonio o nuevos hijos.
«No anticipo que las tasas hipotecarias sean significativamente diferentes del 6% durante la mayor parte del próximo año, pero creo que los consumidores se están acostumbrando», dijo Yun. «Si la gente comienza a aceptar el 6%, 7%, como el nuevo normal, entonces las ganancias de empleo, la formación de hogares, más inventario, esos serían impulsores para el aumento en las ventas de viviendas».
Samantha Delouya de CNN contribuyó con el reportaje.
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