James sigue sumando frustración en Rayo: ¿qué más debe soportar?
El colombiano sigue siendo invisible para Íñigo Pérez y no juega aunque lo necesiten.
James Rodríguez en Rayo Vallecano.
Foto: Twitter: @RayoVallecano
24 de noviembre 2024 , 08:35 p. m.
Pasó otra fecha de LaLiga, otro trago amargo que ya no parece una casualidad sino una norma, una prueba de paciencia para un protagonista que no cuenta esa entre sus principales virtudes.
James Rodríguez escribió un capítulo más de un accidentado camino en Rayo Vallecano, a donde fue con la ilusión de recuperar el rol que tuvo en Real Madrid en sus mejores años, pero que se ha convertido, jornada a jornada, en una historia de frustración.
¿Rayo no lo necesita?
Los números prueban que lo de Íñigo Pérez ya no es prudencia para evitar lesiones de su estelar refuerzo, que tampoco es una necesidad de descanso por los viajes internacionales que tiene en cada fecha FIFA, que no hay asomo de lesiones como en otros clubes, en otras temporadas.
No es un jugador que se acomode a su plan y no quiere modificarlo para depender de una ficha que puede perder en cualquier momento. Como lo ve el DT, la temporada de Rayo Vallecano es una carrera de obstáculos en la que debe sumar, a cualquier precio, antes de obsesionarse con jugar bien o lucir o protagonizar grandes hazañas, pues el premio al final es la permanencia. Nada más que eso.
Eso explica un registro tan pobre del colombiano en este inicio de temporada en España: suma solo 143 minutos en 6 tramos de partidos (solo uno como titular), ningún gol o asistencia, 2 pases clave, 1,3 recuperaciones por partido y una nota de 6,8. Lo que no sufre es la precisión de su pase, que es del 85 por ciento, pero ¿a quién le importa si su equipo no lo aprovecha?
El peor inicio en años
Suponiendo que no fuera un tema de simpatías sino de un modelo de juego que margina al talentoso, el problema que ahora tiene Íñigo Pérez es de marca mayor: antes, cuando estaba en el top 10 de LaLiga, sus decisiones eran irrefutables; pero ahora que descendió al puesto 13 y que suma cinco derrotas en la temporada, usar a un jugador a todas luces distinto se irá convirtiendo en una gran presión.
Y es que en los últimos 5 clubes en los que jugó James, nunca lo pasó tan mal como en Rayo Vallecano.
Con esos escasos minutos en 6 partidos y todos sus registros en blanco, supera con ventaja a Al-Rayyan de Catar, donde jugó en inicio de temporada 9 partidos, 3 goles y 4 asistencias, o a Sao Paulo, donde jugó 10 partidos, marcó 1 gol y dio 2 asistencias.
En Olympiacos llegó a jugar 13 partidos, con 3 goles y 4 asistencias. Y eso que siempre hubo problemas físicos que lo sacaron de carrera que sus entrenadores tuvieron que sortear para recuperarlo a tiempo.
Y esto nos lleva a una conclusión en forma de consejo para Pérez: no hay que temer a perder a James, hay que entender que siempre que esté disponible es mejor usarlo que ignorarlo, porque es eso lo que acaba con su motivación y lo convierte en un incómodo problema. Tenerlo en la cancha y después, si no está, ver cómo reemplazarlo, es mejor que fingir que no está o que no es necesario. La prueba es la Selección Colombia. Él conoce su recuperación y la manera de dosificar su esfuerzo. Un poco de confianza es todo lo que necesita.