En el mundo existe un conflicto con la edad para jubilarse. Aquí es obligatorio a los 65 años, pues es la edad de acogerse al ocio forzoso, considerado merecido y paso previo a la paz de los cementerios… Sin embargo, hay quienes tienen el privilegio de jubilarse cuando les dé la gana, más allá de la obscena suma que pueden percibir, diferente de los que reciben una jubilación mínima (alrededor del 80%) cuyo monto es indigno.
Aquí un juez de la Corte Suprema se jubiló a los 97 años. Para quienes el trabajo encierra una ética y estética definidas, seguimos adelante con nuestra profesión, reafirmando capacidad y autonomía, ya que somos útiles, eludiendo así este injusto mandato.
Es curioso, el presidente saliente de los Estados Unidos tiene 81 años y el electo se aproxima a los 80. Xi Jinping y Vladimir Putin tienen más de 70 años. Y nadie los obligó a jubilarse, aunque le harían un bien a la humanidad. Claro que, sin anacronismo, ninguno tiene el talento del canciller Otto von Bismarck a quien obligaron a dimitir a los 75 años. Hoy muchos desearían que Ángela Merkel, de 70 años, volviese al poder para poner un poco de sensatez.
Lo cierto es que el principal foco de origen de las desigualdades está en las instituciones, lo demás es retórica vacía.
Prof. Dr. Roberto Cataldi Amatriain [email protected]
OTRAS CARTAS
Pide medidas ante el deterioro del Jardín Botánico
Es una vergüenza el estado del Jardín Botánico. Hace 50 años que paseo por allí y nunca vi tal dejadez. La gente entra con bebidas y comida, hacen picnics sobre el césped, se duerme la siesta, se camina por el pasto. Es un espacio de conservación, pero no hay control alguno. La administración del Jardín me ha dicho que no tienen suficiente personal. Concurriendo casi todos los días varias horas jamás he visto a algún empleado solicitando no permanecer en el césped o no pisarlo. Una verdadera vergüenza. Ni hablar del desquicio de las ferias y los espectáculos nocturnos de hace un tiempo. Además, los empleados utilizan el interior como estacionamiento con vehículos a nafta cuyas emisiones de gases afectan a las plantas y aves del lugar. A todo esto hay que sumar los senderos no demarcados, los senderos obstruidos por el crecimiento de los árboles y arbustos sin podar, la falta de poda también de las plantas que salen al exterior especialmente en la calle Siria y que pudieran provocar accidentes, la sobreabundancia de enredaderas en los solares antiguamente con césped y cuya finalidad todo parece indicar que se trata de una sustitución con el solo fin de evitar cortar el pasto. Los solares con enredaderas en el suelo alcanzan muchas veces una altura de entre 20 y 30 cm. También falta agua en las fuentes.
Un verdadero disparate para el presupuesto de la Ciudad de Buenos Aires. Un sitio histórico prácticamente abandonado a su suerte. Conservación cero. Espero que alguien tome medidas.
Lic. Daniel R. Fernández [email protected]
”El presente, producto de dos décadas perdidas”
Escucho de algunas personas, generalmente mayores, comentarios de decepción respecto de los resultados del año de actuar del Gobierno. Creo humildemente que el hastío reinante es producto de la pésima situación que vive una enorme parte de los argentinos. Y esta es la consecuencia de una muy extensa, cobarde e irresponsable temporada de demagogia e impericia kirchnerista. La ex presidente ha hablado, con su habitual verborragia, de “década ganada”… Está claro que se han perdido dos décadas, más que ganado una. Ha sido de una extensión tal el período de corrupción y maltrato a la economía que seguramente a mucha gente hoy mayor no le dará el tiempo para ver remontada la actual decadencia.
Para indignación y odio, nada peor que premiar con una jubilación de privilegio morbosa a la jefa de la banda y a la Justicia, expresarse con un trato del tema quellevará años. Ojalá me equivoque.
Eduardo H. Mazzeo [email protected]
“La Justicia duerme las causas para que prescriban”
Me imagino que Ud. se habrá escandalizado como yo (o quizás no, por ya estar acostumbrado…). La Corte Suprema absolvió de la causa de sobresueldos al ex ministro Domingo Cavallo por “violar el plazo razonable de resolución”. Paradoja: la misma Corte tardó 6 años en tratar el tema desde que le llegó la causa. Es decir que colaboró con la demora. Recordemos que la causa era la presunta sustracción de fondos públicos entre 1989 y 1999. No tan presunta ya que María Julia Alsogaray se autoinculpó informando que Cavallo le daba ese dinero a cada miembro del Gabinete. Se comprobó que eran fondos de la SIDE que no precisaban rendición de cuentas (sic). En la misma causa se absolvió al ex presidente Carlos Menem “por fallecimiento”.
Todo un bochorno. Cuando los argentinos nos preguntamos por qué el país no despega de los miles de actos de corrupción, aquí tenemos la respuesta. La Justicia “duerme” las causas para que prescriban. Qué lastima que la gente joven solo ve las redes y no lee diarios donde se ventilan este tipo de noticias fundamentales.
Pablo Marsal [email protected]
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