“No tiremos papelitos, esto no es fútbol”. Fue la advertencia, justo antes de que se largara el Gran Premio Coronación del Turismo Carretera, en los altoparlantes del autódromo Roberto Mouras de La Plata. En la vuelta previa, hinchas ubicados a los costados de la recta principal, acababan de lanzar papeles blancos al paso de los autos. Nadie pensó que podía generar un problema hasta que Mariano Werner entró a boxes justo antes de la bandera verde.
Los mecánicos le sacaron la tapa del motor y vieron una situación dramática. Intentaron limpiar lo que podían, pero esa ayuda condenó al entrerriano a largar desde el fondo, en el puesto 44. Con Julián Santero, su máximo perseguidor a 11.75 puntos antes de largar, desde el segundo lugar, y otros cinco pilotos con chances de superarlo, el milagro empezó a sonar en la cabeza del tricampeón, que apenas en la vuelta 7 se despistó y perdió posiciones que había recuperado en la pista.
“La toma de aire tomó unos papeles que sabés que la gente tiró cuando pasaban los autos. Y quedaron entre medio del filtro del carburador, entonces acelerás a fondo y hacé de cuenta que está tapado. Demasiados había. Habría que mirar si alguien lo tiró con la mano a propósito o si los chupó todos. Te da bronca”, se lamentó Rody Agut, desde el box de Werner.
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