Después de la noche negra de Anfield por Champions League, Kylian Mbappé volvió al Santiago Bernabéu para enfrentar al Getafe y, lejos de repudiarlo, los hinchas del Real Madrid le demostraron que todavía confían en la estrella de la Selección francesa que llegó desde el PSG. Algunos dicen que el partido de este domingo fue el primer paso de Kiki hacia la redención en el Merengue: es cierto que aún le falta confianza y decidió no ejecutar desde los once pasos pero, más allá de fallar dos jugadas claras, fue el eje de la mayoría de los ataques del equipo de la capital española y marcó un golazo para meterle presión al Barcelona en la cima de la tabla.
En otras épocas habría que armar una asamblea en el medio del área para sacarle un penal a Mbappé que este domingo tenía la chance de redimir el yerro frente a Liverpool. Sin embargo, el francés prefirió no arriesgar y que su confianza se fuera recuperando durante los 90 minutos, con la pelota en los pies.
Con el 1-0 que salió tras el disparo de Bellingham, Mbappé se armó un golazo, el décimo de su cuenta personal en España. Lo curioso fue que lo había practicado durante el precalentamiento del encuentro, aunque en el arco contrario. En la portería del fondo sur, donde calienta el Real Madrid, Mbappé buscó el segundo palo, el izquierdo del guardameta Andriy Lunin, en varias ocasiones, hasta que la mira quedó calibrada. Fue lo que repitió a los 38 minutos del primer tiempo cuando se metió entre los centrales, se acomodó para su pierna hábil y sacó un disparo que hizo una linda parábola para superar a David Soria. El balón tocó en el palo y se coló en el arco, poniendo un 2-0.
Celebración temprana, sin acudir a un fondo, de brazos cruzados y recibiendo el cariño de sus compañeros, como tuvo de la afición del Real Madrid en el Santiago Bernabéu.
Desde el primer momento, cuando apareció en el videomarcador 360º y cuando su nombre fue anunciado por megafonía. También la Grada Fans coreó el nombre del francés en un cántico al que se sumó gran parte del estadio que acompañó con aplausos.
Un apoyo que no sorprendió a Ancelotti, aunque el Bernabéu alentó al francés con las mismas estrofas que lo hizo con verdaderas glorias como Zinedine Zidane y Cristiano Ronaldo.
La afición entiende más que nadie el momento del equipo y de los jugadores. Mbappé lo podía hacer mejor contra el Liverpool y le han apoyado, como era justo, señaló el técnico del Real Madrid.
Marcó Mbappé y recibió el apoyo de su afición, pero la tarde pudo haber sido aún mejor si hubiera estado más fino en la definición, su gran debe en lo que va de temporada.
Y es que el galo tuvo dos ocasiones claras para volver a marcar en solo tres minutos, el 74 y el 77. En la primera, en una acción de las que más le gustan a Mbappé: corriendo al espacio. Logró imponerse, regateó a David Soria pero, forzado y escorado, mandó fuera el remate.
Y en la segunda, de nuevo en un mano a mano, definió rápido pero estrelló el balón en David Soria; desaprovechando dos oportunidades claras de gol.
Además, justo antes del final, tuvo otro disparo que erró y, lejos de recurrir a los pitos, la afición del Real Madrid aplaudió a Mbappé. Un reconocimiento que tuvo también Ancelotti en rueda de prensa.
Ha jugado muy bien. Ha sido activo y peligroso, como siempre. Ha marcado un gol muy importante para controlar bien el partido. Es lo que queremos de él, ponderó.
De nuevo, la paciencia reinando en las dudas sobre el rendimiento de Mbappé.
12/01/18-05/24