El 2024 será recordado como uno de los años más dinámicos y agitadores en la historia política reciente de Argentina. Con la asunción del primer gobierno liberal-libertario liderado por Javier Milei, el país se sumergió en una vorágine de medidas de alto impacto, donde la estabilidad económica se posicionó como el eje central de la gestión. A un año de su llegada al poder, Zuban Córdoba y asociados realizó un balance minucioso que revela luces y sombras en la percepción pública de su gobierno.

Economía: el pilar de la gestión

El gobierno ha encontrado su mayor fortaleza en la gestión económica, un aspecto clave que mantiene a flote su aceptación pública. Durante estos 12 meses, la aprobación del gobierno ha fluctuado entre el 42% y el 45%, alcanzando un repunte significativo en el último mes, cuando llegó al 47%. La baja inflación ha sido el motor de este respaldo, consolidándose como el diferencial respecto a administraciones anteriores. Este logro tangible contrasta con los resultados pasados, donde las promesas económicas eran muchas, pero los hechos concretos, escasos.

Un dato relevante es el aumento de la confianza en la mejora económica, que pasó del 44,9% al 46,5%. Sin embargo, un 46,6% de los encuestados no encuentra aspectos positivos en la gestión, reforzando la idea de una polarización latente.

Las asignaturas pendientes

A pesar de los avances económicos, la administración Milei enfrenta serios desafíos en otras áreas. La transparencia, la seguridad y la educación pública son puntos críticos donde el gobierno muestra déficits considerables. La confusión entre formas y fondo en diversas políticas y el trato hacia la prensa también generan resistencia en amplios sectores de la población.

El encuadre ideológico libertario, aunque sostenido por un grupo fiel de seguidores, no ha logrado calar en la mayoría de la sociedad. La gestión económica es valorada, pero el discurso político del oficialismo no logra generar un consenso amplio.

Escenario político: ¿Triunfo asegurado en 2025?

De cara a las elecciones legislativas de 2025, el escenario parece favorable para el oficialismo si la economía se mantiene estable y la oposición continúa fragmentada. Sin embargo, la incógnita persiste: ¿el «mileísmo» es igual de fuerte que el propio Milei? Algunos analistas creen que el espacio libertario ya ha alcanzado su techo electoral, mientras que otros consideran que las dinámicas provinciales y distritales podrían jugar un rol decisivo en los resultados.

La oposición, por su parte, parece desarticulada, limitada a episodios aislados que no logran consolidar un liderazgo claro. Las legislativas serán clave para reconfigurar el panorama político y definir nuevos liderazgos.

Conclusión: un país en espera

A un año de la gestión de Javier Milei, Argentina se encuentra en un estado de “wait and see”»espera y verás». La performance económica se ha convertido en el termómetro que determinará el éxito o fracaso del gobierno libertario. Con un 2025 decisivo en el horizonte, el oficialismo se perfila como favorito, pero la política argentina siempre es impredecible.