Milton Poitini es un hombre que, a pesar de enfrentar en su momento uno de los diagnósticos más temidos, hoy se encuentra con vida gracias a su determinación y al acompañamiento de la medicina pública de calidad. En 2020, a los 55 años, fue diagnosticado con un agresivo cáncer de próstata, una enfermedad que comúnmente afecta a personas de mayor edad, pero que en su caso apareció mucho antes de lo esperado.
Su historia comienza en 2019, cuando, siguiendo las recomendaciones de su urólogo, el doctor Muñoz Gómez, se sometió a un análisis de PSA (antígeno prostático específico). “El estudio resultó indicar que tenía un PSA alto”, recuerda Milton. Ante este resultado, el doctor le sugirió realizar una biopsia para confirmar el diagnóstico, lo cual hizo en febrero de 2020.
El diagnóstico fue claro: cáncer de próstata
El diagnóstico fue claro: cáncer de próstata. “La mala noticia es que tenés cáncer, pero la buena es que se puede corregir con cirugía, ya que aún había tiempo”, le dijo su sobrino, el médico Alejandro Aquino, quien lo apoyó desde el primer momento.
La situación, aunque crítica, aún era tratable. Sin embargo, antes de la cirugía, los médicos recomendaron un estudio especializado llamado tomografía por emisión de positrones (PET), realizado en Buenos Aires, para determinar con mayor precisión cómo proceder con la operación. “Gracias a Dios, el estudio indicó que el cáncer estaba capsulado en la próstata”, relata Milton, aliviado por los resultados.
El 30 de junio de 2020, Milton se sometió a una cirugía exitosa. Los especialistas le dijeron que se trataba de uno de los cánceres más agresivos, pero también destacaron que su caso era excepcional, ya que este tipo de cáncer suele presentarse en personas mayores de 70 años y Milton lo desarrolló a los 55.
La última etapa: pasó por 36 sesiones de radioterapia
A pesar de la operación exitosa, el cáncer continuó su curso, por lo que se le indicaron 36 sesiones de radioterapia. Posteriormente, Milton inició un tratamiento de bloqueo hormonal con medicación de última generación, que se caracteriza por ser más efectivo y con menos efectos secundarios. “La testosterona es la nafta de tu cáncer”, le explicó su médico, al referirse a la importancia de este tratamiento para erradicar el cáncer de raíz. Este tratamiento duró 24 meses y fue clave en su recuperación.
A principios de 2021, después de varios estudios y controles, el doctor le mostró las tomografías y los centellegramas que confirmaban que su cuerpo estaba libre de cáncer. “Mi cuerpo estaba limpio de cáncer”, recuerda emocionado Milton, aliviado y agradecido.
Hoy en día, Milton sigue realizándose estudios regulares para mantener su salud bajo control. A lo largo de este proceso, siempre ha contado con el apoyo incondicional de su familia y de los médicos que lo acompañaron. “Siempre puse todo en manos de Jesús, pero también en las manos de los doctores. Ellos están para que vivas. Son los que más quieren que vivas”, expresa con gratitud.
“El IPS siempre me brindó resultados positivos”
En cuanto al rol del Instituto de Previsión Social (IPS) de Misiones, Milton destaca la atención que recibió a lo largo de todo su tratamiento. “La obra social del IPS de Misiones siempre me brindó resultados positivos con los doctores”, afirma. Su testimonio resalta la importancia de la salud pública y la calidad del servicio médico en la provincia.
Milton, que hoy se siente más fuerte que nunca, aprovecha su historia para concientizar a otros hombres sobre la importancia de los estudios preventivos. “No cuesta nada, solo con sacarse un poco de sangre ya está. El cáncer no te avisa, solo aparece”, advierte, instando a otros a hacerse chequeos regulares, ya que este diagnóstico, aunque inesperado, puede ser tratado si se detecta a tiempo.
Su historia es un ejemplo de resiliencia, esperanza y la importancia de la atención médica oportuna, como la que le brindó el IPS de Misiones. Gracias a la combinación de un diagnóstico temprano, un tratamiento adecuado y el apoyo familiar y médico, Milton Poitini sigue adelante, mostrando que la lucha contra el cáncer, aunque difícil, es posible.