Por Nicolás Palacio, médico veterinario y jefe Servicio Técnico Nacional e Internacional en Laboratorio CDV
En el camino de la ganadería, esta frase popular se convierte en una guía esencial. Como veterinarios asesores, debemos seguir apoyando a los productores para diseñar estrategias ganaderas eficientes, pensando no solo en el presente, sino también en el futuro.
El 2024 demostró una renovada inversión en tecnologías aplicadas a la ganadería, pero el verdadero desafío está en mantener un enfoque sostenible. Realizar sanidad y prevención una sola vez, motivados por un buen año, y luego descuidarla, es desperdiciar tiempo, recursos y esfuerzos.
En esta época, es fundamental diseñar junto a los productores y veterinarios los planes sanitarios para el destete de terneros y la preparación de los vientres. Debemos enfocarnos en un manejo sanitario integral que incluya la prevención de enfermedades respiratorias y clostridiales en terneros, con refuerzos al destete, y en vientres, reforzar contra enfermedades abortivas y neonatales, siempre con vistas al 2025.
Nicolás Palacio, médico veterinario y jefe Servicio Técnico Nacional e Internacional en Laboratorio CDV.
Las perspectivas son alentadoras para el negocio ganadero, tanto por las buenas condiciones climáticas que se vienen dando, como también por los guiños en lo que respecta a políticas económicas para el sector.
Esto configura un buen momento para la compra y también para la retención de terneros y vientres. A pesar de la incipiente mejora que llegó a observarse en las últimas jornadas, el precio de la hacienda en sus categorías viene retrasado, lo que no impide ver un panorama alentador para el 2025.
La oferta forrajera que hoy disponen los campos, sumado a la escasez de terneros, es lo que alienta la demanda de reposición.
El año pasado, debido a la sequía, se perdieron más de 800 mil terneros. Para este año, se proyecta un buen porcentaje de destetes; sin embargo, la caída de más de 700 mil vacas en el stock tendrá un impacto significativo en la recuperación del número de terneros logrados. Se espera un aumento del 1 al 2% en el stock de terneros.
La exportación de carne del año 2024 será récord en volumen, siendo un promedio de 76.000 tn por mes Estas buenas expectativas que se ven para el 2025, nos deben fortalecer en los cuatro pilares de la producción: manejo, genética, alimentación y sanidad.
La sanidad es una inversión a largo plazo, no un gasto. Prevenir enfermedades, reducir mortalidades y evitar pérdidas de kilos en terneros son objetivos que se logran con trabajo constante y asesoramiento profesional.
Por eso, planificar, capacitar y ejecutar con precisión son las claves para que el “trote que dure” impulse el éxito del planteo ganadero. Porque ¿No es acaso trabajar «tranquera para adentro» en forma constante y planificada lo que nos prepara para enfrentar cualquier contexto externo?
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