El 59% de los trabajadores informales recibe un salario mensual inferior al valor de la canasta de bienes y servicios básicos, según el último informe del Empleo Asalariado Informal y la Pobreza Laboral elaborado por la UBA.
Cuatro de cada diez asalariados viven en un hogar pobre, mientras que la cifra asciende al 63% entre los informales, según el último informe del Empleo Asalariado Informal y la Pobreza Laboral para el segundo trimestre de 2024, elaborado por la UBA. Entre los trabajadores formales, un 27% se encuentra en esta condición.
Cuando se hace la comparación entre el salario mensual y el valor de la canasta de bienes y servicios básicos (línea de pobreza individual) también se observa una gran discrepancia entre ambos grupos de trabajadores, según el informe coordinado por Roxana Maurizio y Luis Beccaria. Mientras que el 59% de los asalariados informales recibe un salario mensual inferior al valor de esta canasta, esa cifra baja al 8% en los formales.
El salario mínimo promedio mensual del segundo trimestre en términos netos fue alrededor de $190.000, mientras que el valor de la canasta de pobreza promedio de un trabajador asalariado fue de $238.000. Mientras que, en 2017 los valores eran $6.700 y $3.575, respectivamente, lo que demuestra claramente la pérdida del poder adquisitivo. En definitiva, estas cifras muestran que la asociación entre informalidad y bajos salarios también se refleja en el fenómeno de trabajador pobre. Tal es así, que tener un puesto de trabajo en Argentina no es un reaseguro para vivir fuera de la pobreza.
Crece la informalidad
La tasa de informalidad se aceleró al 36,7% y una mayoría de los afectados son jóvenes. En la comparación interanual, se observa un aumento de aproximadamente 1 punto porcentual en la informalidad. Los autores destacan que, en una mirada al largo plazo (desde 2003) ubica a la tasa de informalidad en un valor idéntico al observado en el tercer trimestre de 2008.
En el mismo sentido, el informe destaca que desde el 2008 hasta la irrupción de la pandemia a comienzos de 2020, la tasa de informalidad se mantuvo en valores entre 32% y 35,7%, lo que ubica al valor del tercer trimestre de 2024 por encima de lo registrado en ese período.
Más allá de las fluctuaciones, la tasa de informalidad se mantuvo relativamente constante y en un valor muy elevado, desde hace 16 años.
Informales: los jóvenes y las mujeres son los grupos más afectados por el trabajo precario
La tasa de informalidad asalariada total fue 36,3%, siendo 34,2% entre los hombres y elevándose a 38,9% entre las mujeres. En promedio, la tasa de informalidad femenina a mediados de 2024 fue aproximadamente 5 puntos porcentuales más elevada que la tasa masculina.
Sin embargo, dada la mayor proporción de hombres en el total del empleo asalariado (54%), el informe denota que el 51% de las mujeres trabaja en la informalidad, mientras que los varones representan el 49%.
Los jóvenes son los que experimentan la tasa de informalidad más elevada que otros grupos etarios, al punto que, en el segundo trimestre de 2024, ésta era de casi 64%, 28 puntos porcentuales más elevada que la tasa global. Esto implica que, algo más de 6 de cada 10 jóvenes trabajadores en relación de dependencia no está cubierto por la normativa laboral y la seguridad social.
Los trabajadores asalariados de entre 45 y 64 años -60 años en el caso de las mujeres- son quienes experimentan la tasa de informalidad más baja, calculada en el 27,5%. Le sigue en incidencia el grupo de entre 25 y 44 años (34,4%) y el de 65 años (60 años en las mujeres) y más (47,9%). (ambito.com)