«Estamos haciendo lo que la causa de la libertad requiere, ni más ni menos», expresó Javier Milei este sábado al recibir en la Casa Rosada a Edmundo González Urrutia a quien volvió a reconocer como el presidente electo de Venezuela, en un doble gesto: desconoce la declaración de auto reelección por parte de Nicolás Maduro en los comicios presidenciales del 28 de julio pasado, y por el otro lado, se convierte al recibir al opositor en el adalid en Latinoamérica de la lucha contra la dictadura chavista.
Por cierto a González Urrutia, que como anticipó Clarín llegó este viernes al país acompañado por su esposa, Mercedes López, bajo un máximo hermetismo desde su exilio en España -por razones de seguridad-, se le dispensó un trato de Presidente.
Milei lo llevó al balcón de la Rosada para saludar a los miles de venezolanos en el exilio argentino que lo fueron a vitorear a la Plaza de Mayo, y lo hizo acompañar en sus horas en Buenos Aires por los ministros Patricia Bullrich (Seguridad) y Gerardo Werthein (Exteriores). Con ellos, el delfín de la verdadera líder de la oposición venezolana -María Corina Machado, proscrita a nivel electoral y oculta en la clandestinidad porque también está perseguida por la dictadura- dio una conferencia de prensa en el Palacio San Martín.
Más tarde, el gobierno de Jorge Macri lo declaró visitante ilustre de la Ciudad de Buenos Aires a González Urrutia, en un acto en el que estuvieron la vicejefa del Gobierno, Clara Muzzio y el secretario general y de relaciones internacionales, Fulvio Pompeo. Fue en los salones de la Fundación Libertad, donde lo homenajearon su presidente, Gerardo Bongiovanni y el diputado Alejandro Bongiovanni. González Urrutia estaba emocionado. Lo rodearon los legisladores que siempre acompañaron la causa venezolana y que capitanea la activista Elisa Trotta. Estaban, entre otros. Fernando Iglesias, Karina Banfi, Sabrina Ajmechet, Marcela Campagnoli.
El ex presidente Mauricio Macri se contactó con González Urrutia y, además de felicitarlo por su triunfo electoral, deseó que lo antes posible «devuelva la libertad al pueblo venezolano».
El Presidente Javier Milei en el balcón de la en Casa Rosada con Edmundo González Urrutia.
En la rueda de prensa en el edificio histórico de la Cancillería, la ministra Bullrich lanzó un frase que generó enorme expectativa por el alcance de la misma en medio de varias versiones. La ministra dijo que la Argentina iba a acompañar en todos los sentidos el regreso a Venezuela que anunció Edmundo González Urrutia para asumir la presidencia este 10 de enero, algo que no podría ocurrir sin violencia mediante por parte del régimen que no lo dejaría ni siquiera aterrizar.
En las horas posteriores a las elecciones del 28 de julio, cuando la oposición venezolana tenía las actas electorales que podrían demostrar un gran fraude del chavismo y que fue González Urrutia el ganador de los comicios -de hecho Maduro nunca mostró las suyas que lo confirmarían como ganador- el político y ex embajador en Argentina se tuvo que esconder en una embajada de donde debió a su vez salir al exilio negociado con España. Tenía una orden de detención por parte del régimen de Maduro que ahora le puso un precio de 100 mil dólares a su cabeza.
Este sábado Bullrich dijo que Argentina lo iba a acompañar a llegar a Venezuela este 10 de enero de la forma en que la oposición lo requiera: es decir física y políticamente.
La ministra no quiso dar precisiones pero circularon versiones de que un grupo de ex presidente y altos dirigentes latinoamericanos quieren volar desde Estados Unidos o desde República Dominicana y aterrizar en Caracas con Edmundo González Urrutia, en un avión que utilizaba Maduro y que fue confiscado por el gobierno y la justicia dominicana y trasladado a La Florida. Para otros, eso es un acto sumamente peligroso, una verdadera “locura”. Por cierto, cuando fueron los comicios, hubo un intento similar de ex presidentes y líderes, incluyendo argentinos para aterrizar en Caracas como observadores, y ni siquiera pudieron despegar de Panamá.
En el Palacio San Martín, ante los periodistas, un agradecido Urrutia dijo que en esta gira -que curiosamente no incluyó a Paraguay, ni Chile, ni Brasil- volará después de pasar por Uruguay este sábado a Estados Unidos, donde el gobierno de Joe Biden también lo reconoce como vencedor en los comicios del 28 de julio. El periplo también incluye a Panamá y República Dominicana, de donde surgió una versión inquietante, y en la que la ministra Bullrich puso su grano de arena.
El Presidente Javier Milei con Edmundo González Urrutia, Karina Milei y el canciller Gerardo Werthein.
Si bien la agenda del dirigente anti chavista en EE.UU. está en definición, contempla -dijo él mismo- «reuniones con los líderes políticos representados en el congreso. También tenemos previsto una conversación con el presidente (Joe) Biden y esperamos definiciones con respecto a las nuevas autoridades, que todavía no están definidas”.
Es una visita que se produce además en el grado máximo de tensión entre el régimen chavista y el gobierno libertario cuyas relaciones diplomáticas se rompieron en agosto cuando Maduro echó a los diplomáticos argentinos acreditados en Caracas y bajó persiana por completo de su sede en Buenos Aires.
En la residencia argentina quedaron cinco colaboradores de María Corina Machado asilados y sin que se les conceda un salvoconducto. La representación de los intereses quedó a cargo de Brasil, pero a esas tensiones se sumaron la del gendarme argentino Nahuel Agustín Gallo, detenido en la frontera de ese país el pasado 8 de diciembre, y por el que Argentina recurrió a la Corte Penal Internacional, a la OEA y a la CIDH entre otros recursos diplomáticos.
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Natasha Niebieskikwiat
Redactora especialista en política exterior [email protected]
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