Un sospechoso de identidad reservada hasta el momento fue detenido ayer en el marco de la investigación por el asesinato del cabo de la Policía Leonardo Mauricio Miñarro (35) y los primeros datos consignan que habría actuado como “entregador” de la banda que irrumpió en el predio del Aeroclub de Eldorado con fines de robo, una de las hipótesis que continúan abiertas.
La aprehensión se concretó ayer a la tarde en el barrio Elena III y por disposición de la magistrada María Laura Rodríguez, titular del Juzgado de Instrucción Uno de Eldorado, en base a una serie de datos recolectados por los distintos grupos de investigadores que trabajan en el caso, entre ellos agentes de la Dirección Homicidios y de la División Investigaciones de la UR III.
La identidad del presunto involucrado no fue revelada a fin de no entorpecer la continuidad de la pesquisa, pero se trataría de un hombre con antecedentes que era buscado hace algunos días.
Sobre el detenido, se cree que habría sido quien se encargó de realizar tareas de inteligencia en el predio del Aeroclub, donde también se encuentra el destacamento de Infantería de la Unidad Regional III de la Policía, para luego entregarle esa información a los delincuentes interesados en perpetrar un robo en el lugar, presuntamente de una avioneta.
Durante el procedimiento los pesquisas además secuestrados teléfonos celulares que serán peritados por el personal de la Secretaría de Apoyo para las Investigaciones Complejas (Saic).
Se espera que en breve el detenido sea llevado a declarar para poder avanzar en la pesquisa.
El crimen
El crimen del cabo Miñarro se descubrió el 30 de diciembre a la mañana, cuando un agente que debía estar de guardia con él regresó al lugar para realizar el relevo de personal.
El hecho dejó expuesto una serie de irregularidades de funcionamiento en la dependencia, cuestiones que le terminaron costando el cargo al jefe de Miñarro, el subcomisario Ricardo Andrés Arrúa (43), quien fue pasado a disponibilidad por la Jefatura de la Policía y es objeto de un sumario interno dentro de la institución.
En un principio se barajó la posibilidad de un “golpe comando”, teoría que fue descartada ese mismo día. Luego surgió la hipótesis de que Miñarro fue asesinado al intervenir ante la posible participación de un grupo delictivo que pretendía robarse una avioneta, línea que continúa abierta.
La víctima recibió dos disparos. Uno le rozó el brazo y el otro que impactó en el pecho y le ocasionó la muerte.
Si bien restan pericias, una posibilidad es que el cabo haya sido ultimado con su propia arma reglamentaria, pistola que no fue hallada en la escena del crimen. Del depósito también faltaban un par de fusiles y otras armas largas, aunque dicha faltante no se pudo comprobar que hayan desaparecido ese mismo día porque los registros estaban desactualizados o fraguados, una de las fallas de funcionamiento que derivó en el apartamiento del jefe Arrúa.
“Yo creo que mi hermano se enteró de algo que le iba a perjudicar a los jefes y lo callaron para que no caigan los otros. Por la memoria de mi hermano se tiene que saber qué pasó”, expresó esta mañana Ana Miñarro, hermana del fallecido, en diálogo con el FM Show.