Quienes la hemos visto presentar su autobiografía, en 2019, sabemos del impacto de Demi Moore cuando le habla al público, lo articulado que es su discurso, la pasión que le pone y cómo trata de que sus experiencias sirvan para inspirar a otros. Eso se notó cuando sorpresivamente ganó el premio Globo de Oro a la mejor actriz de comedia o musical (y su película La sustancia no era ninguna de esas dos cosas), subió al escenario, no sacó ningún papel y conmovió a todos emocionada de haber ganado su primer premio como actriz después de 45 años en el medio.
Pero no se detuvo ahí. La actriz, que en la década del ‘90, a la altura de Striptease, era la que más cotizaba en Hollywood, contó cómo la marcó que un productor la hubiera calificado de pochoclera, asumiendo que su carrera iba a ser exitosa económicamente, pero no iba a tener prestigio. “Y me lo creí, y cuando pensaba que ya no tenía más nada para dar, me llegó este guion mágico, audaz, valiente, fuera de lo común. Y el universo me dijo: no has terminado”.
Finalmente, le agradeció a los que creyeron en ella cuando ella no lo hizo.
En octubre, dando una entrevista junto a su directora francesa, Coralie Fargeat, tuvo la oportunidad de contar la otra cara de la moneda. “Buscaba una actriz icónica, sabía que iba a ser difícil conseguirla, le mandamos el guion a Demi casi sin esperanza de que aceptara, pero se interesó fuertemente en el proyecto. La conocí, probamos prótesis en Francia, leí su autobiografía Inside Out y descubrí a una mujer que se quería a sí misma y que asumía muchos riesgos en su vida. Descubrí a alguien que es realmente genial, alguien que es realmente rock and roll”. La película se filmó en 100 días y ganó el premio al mejor guion en Cannes, donde recibió 13 minutos de ovación. Comenzaba el renacimiento de Demi Moore.
Al fin premiada. Demi Moore con el primer premio que ganó como actriz. Bueno, había ganado varios como peor actriz, pero ahora no cuentan. Foto AP
El premio y el discurso que la propulsan al Oscar
Al otro día de la premiación, aparecieron fotos en las que se la veía celebrando con sus tres hijas (de su matrimonio con Bruce Willis) y los medios especializados empezaron a hablar de cómo su fantástico discurso de aceptación la ponía en carrera para el Oscar, ya que esas nominaciones se están votando ahora.
Habrá que ver si su momento se repite en breve (iba a ser este domingo, pero por los incendios en Los Angeles, se postergaron) en los Critics Choice Awards, donde no hay categorías dobles de Drama y Comedia, y compite con pesos pesados como Angelina Jolie y Nicole Kidman. Aunque ellas vienen de perder el Globo, por otra parte, ante la todavía más sorpresiva victoria de la actriz brasileña Fernanda Torres.
Demi Moore ya venía teniendo un renacimiento en televisión, en series como Feud o actualmente Landman, del mismo creador de Yellowstone. Pero La sustancia la convirtió en tema obligado de conversación. Ahí es Elisabeth Sparkle, una artista muy famosa que hace un ciclo de gimnasia como los de Jane Fonda, pero que se está quedando sin nafta ante un ejecutivo televisivo que la quiere reemplazar por alguien más joven. Aparece el remedio mágico que promete juventud y termina dando lugar a estas dos versiones de sí misma, una más joven, que “cohabitan” el mismo cuerpo.
“Estaba explorando esta idea del envejecimiento, y de esa violencia que podemos tener contra nosotros mismos”, dice que le atrajo dl guion de «La sustancia». Fotos Archivo Clarín
Estándares de belleza poco realistas y mujeres siendo sus propias enemigas
“Estaba explorando esta idea no solo del envejecimiento, sino de esa violencia que podemos tener contra nosotros mismos” decía Demi de lo que la habido atraído de este guion. “Pero creo que nosotras, como mujeres, también hemos acordado en esta idea de que, al envejecer, te marginan o sos menos deseable, o menos valiosa. No creo que sea necesariamente la verdad, pero creo que hay una conciencia colectiva. Y el proceso de hacer esta película, me permitió observar esas áreas de juicios que tenía contra mí misma, donde me estaba presionando y ajustándome a esos estándares que no son”.
Que no toda la culpa es de “Hollywood”, resulta ser su teoría, a veces tenés que elegir.
Alos 62 años, Moore dio un giro en su carrera.
“O te focalizás en los estándares no realistas de los otros o te enfocás en la belleza de celebrar todo lo que sos en vez de todo lo que no sos”. Al parecer, ella ya eligió. Y hay que decir que a los 62 le está yendo muy bien.
POS