Cuando nos propusimos liderar la gestión de la DAIA, definimos cinco puntos que debían ser los principales ejes de gestión. Dentro de ellos, se encuentra el de mantener en la agenda política la sanción de la Ley de Juicio en Ausencia, y la concientización al poder político de las consecuencias que tiene la impunidad, y la falta de la búsqueda de la verdad en causas de atentados terroristas.
La legislación penal, hasta el momento, no permite condenar a ningún acusado en ausencia, lo que obstaculiza el esclarecimiento de crímenes de gran magnitud. En este contexto, el Juicio en Ausencia aparece como una solución excepcional para delitos como genocidio, crímenes de lesa humanidad, desaparición forzada, tortura y terrorismo. Son todas situaciones graves que causan un enorme daño a la sociedad en general y a la comunidad internacional en particular.
El Juicio en Ausencia ya se instrumenta en Alemania, Bulgaria, Ecuador, España, Francia, Líbano, Italia, Rusia y Ucrania, entre otros países y, en cada caso, quedó demostrado que no vulnera los principios del debido proceso.
El proyecto de ley que se discutirá, establece garantías procesales más que suficientes para garantizar el respeto por los derechos del imputado.
A su vez, y en particular, es una herramienta indispensable y necesaria para avanzar hacia la verdad y combatir la impunidad en casos graves como los atentados perpetrados contra la sede de la AMIA–DAIA y la Embajada de Israel.
La sanción de la norma permitirá poner un freno al sentir social sobre un país donde no se puede investigar y llevar a juicio a los responsables de los peores atentados que sufrió la Argentina. Así como nuestra tierra fue líder en los juicios contra los actos de la dictadura militar, tenemos que retomar la senda de la verdad, la justicia y el nunca más que nos ha generado una reputación internacional en todos los foros.
Entendemos que esa es la voluntad del Poder Ejecutivo Nacional al incluir el tema en las próximas sesiones extraordinarias del Congreso de la Nación. Porque sin verdad no hay justicia y sin justicia no hay paz. Nuestro país lo merece, y se lo debemos a cada uno de los familiares y víctimas de los atentados.
La aprobación del Juicio en Ausencia es clave para avanzar en el esclarecimiento de terribles atentados como los vividos en Argentina, el fortalecimiento del Estado y la protección de los derechos son fundamentales para nunca más permitir la impunidad.
En un contexto global en el cual la Justicia enfrenta constantes desafíos, este avance legislativo reafirma el compromiso de nuestra democracia con la justicia.
Considero de suma importancia que en el tratamiento de esta ley no haya posiciones partidarias, que nuestros gobernantes piensen que perder un ser querido es la situación más dolorosa que le puede ocurrir a un ser humano. Y, que se arrebate la vida, sin que luego haya justicia, constituye un doble desgarro.
La memoria es la principal herramienta que tenemos para aprender de nuestro pasado y que no vuelva a ocurrir. Aplicar un Juicio en Ausencia en el caso AMIA–DAIA implica la forma posible de lograr que estos atroces atentados no queden impunes y se haga justicia.
La historia argentina se lo merece, la sociedad argentina se lo merece, la humanidad merece que ningún atentado terrorista quede impune.
Así como la DAIA, en el inicio de nuestra democracia, se involucró en apoyar e impulsar la sanción de la Ley Antidiscriminatoria, un hito en nuestra legislación y con influencia en América Latina, hoy lo hace con el Juicio en Ausencia. Su impacto resultará de gran magnitud. La DAIA lo hace con la firme convicción de contribuir a la realización de la Justicia.
Mauro Berenstein es presidente de la DAIA
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