La ciudad neerlandesa de Wijk ann Zee es famosa en el ambiente del ajedrez por ser la sede de uno de los torneos más tradicionales de la historia del juego. La primera realización del torneo data de 1938 y tuvo lugar en Beverwijk. A los pocos años la sede se trasladó y los organizadores le dieron un perfil internacional al certamen hasta entonces local, y ya en los años sesentas el Magistral de Wijk ann Zee era uno de los campeonatos más importantes del mundo.
Con el tiempo la competencia fue cambiando su denominación, según cuál fuera la empresa que la patrocinara, pero se mantuvo la idea de hacerla en el mismo lugar. Ahora lleva el nombre de Tata Steel, por la compañía india que lo auspicia. En rigor, se trata normalmente de dos torneos: el de categoría A, que juega un selecto grupo de grandes maestros, que están entre los mejores del mundo, y el B, en el que se enfrentan promesas del ajedrez.
El prodigio argentino Faustino Oro está entre los invitados al torneo B y jugará la primera ronda este sábado. Un atractivo de ese segundo certamen es que su ganador pasa a ser invitado automáticamente al campeonato A del año siguiente. Hay catorce jugadores en cada certamen, lo que implica un total de trece partidas para cada uno. El historial de Wijk ann Zee es notable, tanto en la lista de sus ganadores como en partidas históricas que allí se desarrollaron.
Magnus Carlsen es quien más veces lo ganó, con la cifra irreal de ocho triunfos, seguido por Anand Viswanathan, con cinco. El campeonato fue conquistado por muchos campeones mundiales, como Max Euwe, Mikhail Botvinnik, Tigran Petrosian, Boris Spassky, Anatoli Karpov, Garry Kasparov. Como detalle llamativo, cabe mencionar que entre sus vencedores figura un argentino. El gran maestro Herman Pilnik (1914-1981) lo obtuvo en 1951.
La de este año, 2025, es la 87ª versión del torneo. En el torneo A esta vez no estará Carlsen, pero hay candidatos de primer nivel mundial, como el estadounidense Fabiano Caruana, número 2 del ranking; el indio Dommaraju Gukesh, el campeón mundial, y posiblemente el chino Wei Yi, sorpresivo campeón el año pasado. Para Gukesh será el primer certamen luego de coronarse campeón del mundo, así que muchas miradas estarán posadas en él.
El B no es en absoluto un torneo fácil. Suele ser una mezcla de diferentes talentos: jóvenes que prometen, jugadores locales y ajedrez femenino, promocionado con la invitación a jugadoras destacadas, que este año serán cuatro. Faustino Oro tendrá en Países Bajos –la nación que mejores competencias y más comodidades ofrece a los ajedrecistas desde hace muchos años– una oportunidad de conquistar su primera norma de gran maestro, pero éste se trata de un desafío muy exigente. No sólo afrontará trece partidas muy duras, y él no está acostumbrado a este tipo de maratones, sino que además casi todos sus rivales lo aventajan en edad y en posición en el ranking.
Por ejemplo: el primer preclasificado, Thai Nguyen, de Chequia, tiene 2668 puntos Elo, y es el 56º jugador del planeta; luego figura Frederick Svane, de Alemania, con 2662, en el puesto 62, y un lugar más atrás aparece Nodirbek Yakubboev, de Uzbekistán, con 2659 unidades y 67º en el escalafón. Por su parte, Oro tiene 2444 puntos en el ranking internacional y está en la ubicación 14 de Argentina. Para un chico de 11 años es una barbaridad, pero Faustino todavía está bastante por debajo de todos los antes mencionados, que además le llevan más de diez años de edad.
En definitiva, será una prueba de fuego para Faustino Oro, en el torneo más fuerte que haya protagonizado hasta el momento.