Ha sido un fin del 2024 y un inicio del 2025 con más dudas que certezas, arrastrando una lesión que, al parecer, no está del todo superada. 

Yaser Asprilla reapareció en el Girona en la derrota 1-2 contra Sevilla, de nuevo como interior, y acusó cansancio e imprecisiones propias de la inactividad, pues desde octubre arrastra una lesión que le produjo varias complicaciones posteriores, la última el 20 de diciembre pasado, contra Valladolid.

Genera inquietud

El mediocampista genera preocupación en su club y el técnico Míchel ha tenido que reconocer que todavía no está su pupilo en el nivel que desearía.

“Supongo que ha sido falta de confianza, porque hoy el equipo en trabajo y actitud, ha hecho uno de los partidos más exigentes y físicos de la temporada, pero no hemos estado bien con el balón. Asprilla es un jugador que, este dinamismo lo tiene y lo necesitamos. No está al cien por cien de su mejor versión, pero necesito que coja la forma lo más pronto posible, porque es un jugador, que por dentro, creo que nos dará mucho”, dijo el DT.

Una preocupación más tiene el estratega y no es solamente por el tema físico: “Después, cada jugador tendrá en su cabeza lo que pasa, las situaciones de juego, si está bien o tiene falta de confianza. Pero siempre digo que tengo una plantilla muy buena y que todos los jugadores tienen la confianza del club y la mía. Debemos seguir trabajando para que esos jugadores estén en su mejor versión”, añadió.
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Asprilla se lesionó estando en la Selección Colombia y después ha intentado volver pero no ha tenido la consistencia suficiente, los problemas físicos no han parado y eso, según lo que dice el DT, puede estar afectando su parte emocional. Es normal. Si además lo presionan porque el equipo, que gastó una fuerte cantidad por él (cerca de 20 millones de euros), lo necesita urgente, la situación se hace más compleja. Paciencia es la mitad de la solución. La otra es trabajo y fe. Pronto vendrán los elogios que ya ha sabido ganarse antes en España.