En las callejuelas de una ciudad del sur de Irán, el artista Adel Yazdi convirtió su viejo barrio en un centro cultural y turístico con vibrantes pinturas y rostros tallados en relieve.
Narenjestán, un barrio de casas viejas y desocupadas, se ubica en la ciudad sureña de Shiraz, conocida por su arquitectura, sus frondosos jardines y sus célebres poetas.
«La mayoría de los muros dilapidados en el antiguo Shiraz no tienen valor histórico», comenta Yazdi, un artista de 40 años barbudo y de lentes que se ha dedicado a revitalizar Narenjestán.
El artista iraní Adel Yazdi en su estudio de Shiraz, en el sur de Irán, el 14 de mayo de 2024. Foto: ATTA KENARE / AFP
A lo largo de los años, Yazdi transformó los muros del barrio abandonado en un colorido tapiz «que cuenta las historias de la gente que vive aquí», explica.
Motivos arabescos y rostros en relieve tallados con detalles minuciosos y pintados de tonos vivos de verde, rosado, azul y morado adornan ahora los muros.
Los sorprendentes diseños y colores brillantes del arte de Yazdi recuerdan el surrealismo. A veces muestra un lado diferente de la herencia artística de Irán, que va más allá del enfoque tradicional de la arquitectura persa o islámica.
Un rostro de Sherazade
El arte incluye el rostro de Sherazade, dice Yazdi, en alusión a la legendaria contadora de cuentos de Las mil y una noches.
Visitantes en el taller del artista iraní Adel Yazdi. Foto: ATTA KENARE / AFP
La obra de Yazdi sobresale en Shiraz, donde son escasos los grafitis y murales, y se ha convertido en una atracción turística que triunfa en las redes sociales.
Una visitante, Mahdieh, descubrió los murales de Yazdi en Instagram. «Llegué ayer a Shiraz (…) y fue el primer sitio que quise visitar», comenta la mujer de 40 años, que no quiso revelar su apellido.
Yazdi instaló su taller en un edificio centenario al final de un callejón, con pequeñas habitaciones alrededor de un jardín.
Visitantes en el taller del artista iraní Adel Yazdi. Foto: ATTA KENARE / AFP
Vive en el mismo edificio, de estilo arquitectónico tradicional persa. Está repleto de artefactos y esculturas, como la bodega de un museo. Abundan las réplicas de las puertas de las mezquitas chiitas.
Maedah, un ingeniero de 30 años, afirma que la casa de Yazdi recuerda a «otros sitios históricos de la ciudad como el jardín Eram y el mausoleo del poeta Hafez.
Inspirado en el Pompidou
Yazdi dijo que se inspira en el Centro Pompidou, un museo que transformó el corazón de París en los años 1970.
Visitantes en el taller del artista iraní Adel Yazdi. Foto: ATTA KENARE / AFP
Espera que sus esfuerzos puedan convertir los callejones de Shiraz en un lugar igualmente vibrante.
A los visitantes de su casa les llama especialmente la atención lo que Yazdi describe como «la habitación de los dedos». En su interior instaló unas 14.000 esculturas de dedos en techo, todos apuntando hacia abajo.
«La habitación se inspira en la leyenda de un ángel que cuenta las gotas de lluvia con miles de dedos», dice en referencia a una fábula islámica.
Visitantes en el taller del artista iraní Adel Yazdi. Foto: ATTA KENARE / AFP
«Esos dedos están allí para recordar que el momento presente es precioso y que debemos aprovecharlo», explica.
Con información de AFP.
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