En 2019, después de dos años y medio como presidente de Estados Unidos, Donald Trump demostraba que el suyo no era un mandato que transitaría dentro de los carriles normales. Y que su pasado de multimillonario con toques extravagantes se hacía presente en su paso por la casa Blanca.
La que descubría su nuevo toque bizarro fue la editora del New York Times, Amy Fiscus, que le estaba realizando una entrevista y notó un extraño botón rojo en el escritorio del mandatario. Con el correr de los minutos descubriría que el mismo es utilizado exclusivamente por el presidente para pedir Coca-Cola a su mayordomo.
El escritorio Resolute que utilizaba Trump (y que usan todos los presidentes) ha sido utilizado por los presidentes de Estados Unidos desde 1880, cuando la Reina Victoria del Reino Unido se lo regaló al presidente Rutherford B. Hayes. En ese escritorio se han tomado miles de decisiones, algunas de las cuáles han tenido gran repercusión a nivel mundial.
En la mesa de Trump no puede faltar un vaso de la bebida cola.
Otra periodista, Julia Pace, de la agencia AP, también notó el botón rojo y lo señaló a través de Facebook: “Trump, un hombre acostumbrado a la riqueza y el lujo, ha abrazado la vida en la Mansión Ejecutiva y a menudo agasaja a sus invitados con banalidades sobre la histórica decoración».
Y continuaba: “Al presionar un botón rojo colocado sobre el escritorio Resolute, que otros presidentes han utilizado durante décadas, entró rápidamente a la oficina un mayordomo de la Casa Blanca con una Coca-Cola para el presidente”.
Los demócratas y millones de personas en el mundo estaban (y estarán) preocupadas de que Trump, algún día, presione el botón que puede desencadenar una guerra nuclear. Pueden quedarse tranquilos momentáneamente.
Amy Fiscus, periodista del New York Times, comentaba en un tweet el descubrimiento que hizo.
Cuando lo veían apretar el botón rojo es que estaba pidiendo una Coca. Le faltaba colocar el azul para pedir una hamburguesa y las papas fritas. El combo perfecto.
Lo que se viene
Conocido por su afición a la Diet Coke, Donald Trump tendrá ahora su propia versión de la bebida más famosa del mundo: Coca-Cola es el último pez gordo corporativo estadounidense que se ha alineado con el presidente electo y está lanzando una botella especial para celebrar su toma de posesión.
El director general de la empresa, James Quincey, entregó al magnate la primera «botella conmemorativa presidencial» de Coca-Cola Light, con la etiqueta dedicada a «la toma de posesión del presidente de Estados Unidos Donald J. Trump» y la fecha «20 de enero de 2025».
El botón rojo desde el que Trump pedía la gaseosa a su mayordomo.
En la caja hay una nota que subraya la contribución de la empresa a la economía estadounidense: «Fundada hace 126 años en Atlanta, Georgia, The Coca-Cola Company se enorgullece de producir cientos de marcas amadas por el público. Junto con nuestros más de 60 socios, el sistema genera más de 58 mil millones de dólares en actividad económica en los Estados Unidos anualmente y respalda 860.000 empleos».
El botón estaba colocado al lado del teléfono presidencial donde Trump tomaba (y tomará) grandes resoluciones refrescándose mejor.
La tradición de Coca-Cola de producir botellas para celebrar las inauguraciones presidenciales de Estados Unidos se remonta a 2005, pero esta vez adquiere un significado especial ya que Diet Coke es la bebida favorita de Trump.
Fuentes cercanas al magnate aseguran que consume hasta 12 latas al día. Y durante su primer mandato en la Casa Blanca, tenía el botón especial en la Oficina Oval que podía presionar para que le trajeran inmediatamente una Coca-Cola con hielo.
El director general de la empresa, James Quincey, entregó al magnate la primera «botella conmemorativa presidencial» de Coca-Cola Light (ANSA).
La compañía explicó que la edición especial «no está disponible para la venta, sino que se distribuirá una cantidad limitada de botellas en el evento inaugural» el 20 de enero en Washington DC.
La botella conmemorativa, diseñada especialmente para Trump, presenta un diseño exclusivo que resalta la colaboración entre el expresidente y la marca. Este obsequio refleja la importancia de las relaciones entre figuras públicas y corporaciones en Estados Unidos.
La entrega de esta botella conmemorativa por parte de Coca-Cola subraya la influencia y el impacto que figuras como Trump pueden tener en las marcas y en la cultura popular.
La botellas de Coca Cola que no saldrán a la venta pública (Coca Cola).
Además, resalta la estrategia de las empresas para mantener relaciones positivas con personalidades públicas que han sido influyentes en la sociedad estadounidense.
Este acontecimiento también pone de relieve la importancia de las relaciones entre el sector privado y los líderes políticos, y cómo estas interacciones pueden influir en la percepción pública y en la imagen de las marcas. La colaboración entre Trump y Coca-Cola es un ejemplo de cómo las empresas buscan asociarse con figuras públicas para fortalecer su presencia y relevancia en el mercado.
Agencia ANSA y fuentes propias.
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