POSADAS.– En Misiones tiene fecha un casamiento de alto voltaje político: Pedro Puerta, hijo del expresidente Ramón Puerta, se casará con Karen Fiege, protegida política de Carlos Rovira. Ambos son diputados provinciales.
Pedro Puerta tiene 36 años, y es diputado por Activar, un partido que él mismo fundó y que tras escindirse de Pro busca alinearse con los libertarios. Puerta es uno de las máximas figuras de la oposición en Misiones, donde quien manda hace más de 20 años es Rovira.
Karen Fiege, de 32 años, también es diputada provincial y se sienta en las sesiones al lado del máximo jefe del oficialismo misionero, Rovira. Fiege es su protegida política, ultrarovirista y fanática de la figura del jefe renovador.
El casamiento fue confirmado a LA NACION por los novios, quienes solamente anticiparon que la celebración se realizará en Puerto Iguazú, en un hotel de primerísima categoría y aprovechando el aeropuerto internacional por el cual llegarán algunos invitados de alto rango de la política y algunos invitados del exterior. Puerta estudió y vivió unos años en París.
Entre los 300 invitados podría haber cuatro expresidentes. Las invitaciones todavía no salieron, pero cerca de los novios adelantan que los cuatro estarán en la lista. Son Puerta, quien ocupó por 48 horas el sillón de Rivadavia tras la renuncia de Fernando de la Rúa; Adolfo Rodríguez Saá, que duró una semana por aquellos turbulentos días, y Eduardo Duhalde, quien llegó el 1° de enero del 2002 tras ser consagrado por la Asamblea Legislativa.
A ellos hay que sumarle la posible presencia de Mauricio Macri, amigo íntimo de Ramón Puerta, que durante varios años votó en Apóstoles porque había radicado su domicilio legal en una casa de la familia Puerta. Ambos son ingenieros egresados de la Universidad Católica Argentina, aunque no llegaron a cursar al mismo tiempo, ya que el misionero es un par de años mayor.
Pero el dato más llamativo es que la noticia del casamiento de Pedro Puerta y Karen Fiege llega unos meses después de que la tensión entre Ramón Puerta y Pedro Puerta y el oficialismo misionero conducido por Carlos Rovira llegara a su máxima tensión con el escándalo que protagonizó el ahora exdiputado Germán Kiczka, hoy detenido en el penal de Cerro Azul, acusado de tráfico de MASI (Material de Abuso Sexual Infantil).
Por aquellos turbulentos días de agosto y septiembre, los Puerta salieron en todos los medios nacionales acusando a la Renovación de Carlos Rovira de estar fogoneando la causa y detrás de las denuncias contra Kiczka, y también de sugerir que el propio Pedro Puerta podía estar implicado en la causa que terminó con su examigo preso.
Y fue justo para esos días que Pedro Puerta, quien pidió licencia sin goce de sueldo en la Legislatura y a quien se vio devastado personal y políticamente tras la expulsión de Kiczka, reanudó su relación con Karen Fiege. Fue un momento en el cual parecía que la vieja rivalidad política entre Rovira y Puerta iba a tener consecuencias impensadas.
Hay que tener en cuenta para entender esta vieja rivalidad, que Carlos Rovira inició en la política prácticamente haciendo de secretario del dos veces gobernador y empresario yerbatero, al que incluso le cebaba mate. Pero Rovira, primero bajo el ala de Puerta, y luego traicionándolo, terminó convirtiéndose en la figura excluyente de la política misionera, con una hegemonía pocas veces vista en un partido provincialista.
Pedro Puerta y Karen Fiege se conocieron hace algunos años. Tras cruzar chicanas en Twitter, Puerta invitó a Fiege a “tomar algo” y charlar, y terminaron siendo novios. Más tarde se separaron y siguieron cada uno su camino, hasta que el amor renació.
Puerta y Fiege se casarán el sábado 26 de abril, cinco días antes de la fecha más importante del calendario político misionero: el 1° de mayo. Ese día se reinician las sesiones ordinarias en la Legislatura, y según anticipó Puerta a LA NACION, no sólo no renunciará como especulaban algunos, sino que estará firme en su banca, reanudando su rol de uno de los principales opositores. Con su flamante esposa sentada a nueve asientos, en la segunda hilera del hemiciclo de la Legislatura y flanqueada por su jefe político, Rovira.