Rosmery Aramayo Torres (52), una comerciante de la localidad salteña de Salvador Mazza, desapareció el viernes pasado cuando salió junto a su marido. Si bien en un primer momento el caso se trató como una búsqueda de persona, en las últimas horas aparecieron contradicciones en el relato del hombre y ahora se sospecha un posible femicidio.
José Miranda, el marido, había dicho en un primer momento que su esposa había ido a Bolivia, pero ahora fue detenido y cambió su versión. Dice que su esposa se cayó a un río y «se ahogó».
Según la reconstrucción de los hechos, Miranda y Rosmery habían salido juntos a desayunar, pero pasado el mediodía solamente él volvió a la casa.
Los familiares de Rosmery apuntaron contra Miranda desde un principio y la Justicia lo detuvo bajo la sospecha de una “Privación Ilegítima de la Libertad”. Pero, tras indagar al imputado, el fiscal Armando Cazón recaratuló la causa como presunto femicidio.
Miranda fue indagado por videoconferencia. Según la agencia Noticias Argentinas, poco antes de las 20 confesó que la mujer estaba muerta. Según el relato, él y Rosmery estaban caminando cerca del pozo de la Yegua cuando ella cayó al agua.
La zona donde ocurrió el trágico evento es conocida por su peligrosidad, con aguas profundas y corrientes fuertes que desembocan en el río Pilcomayo, según detalló el portal Infopocitos.
Miranda indicó que al no saber nadar, se retiró del lugar y regresó a su domicilio en el barrio Ferroviario de Salvador Mazza, a más de 100 kilómetros del lugar de la tragedia.
Por lo tanto, se espera para este martes una búsqueda en lo que es la zona del río para ver si van con el cadáver de la mujer.
Ante esta confesión, Cazón cambió la caratula del caso de «Privación Ilegítima de la Libertad» a «Supuesto Femicidio», mientras que Miranda seguirá detenido en Tartagal.
El imputado se ofreció a acompañar a las autoridades al lugar donde la mujer murió.
Antes de la confesión, el marido de Aramayo Torres había indicado que ella había decidido no regresar por voluntad propia a la casa, pero los investigadores consiguieron pruebas que determinaban contradicciones en el relato.
Mientras sigue la búsqueda de Rosmery, sus familiares pidieron la reconstrucción de los hechos, ya que aseguran que Miranda le confesó a un hijo que “la empujó al río” y aunque desean encontrarla con vida, no descartan que haya sido víctima de un femicidio, según afirmó TN. En la noche del lunes se realizaba una marcha en Salvador Mazza pidiendo justicia.
D.D.
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