En la Ciudad de Buenos Aires las muertes por siniestros viales anuales superan las sucedidas por homicidios dolosos. Alrededor de 100 personas mueren al año y más de 500 sufren heridas de gravedad con profundas consecuencias, siendo el 88% de ellas peatones o motociclistas.
Con el objetivo de reducir un 40% las cifras de mortalidad, el Gobierno de la Ciudad puso en marcha a principio de año el Tercer Plan de Seguridad Vial con objetivos para los próximos cuatro años.
Algunas de las acciones que se ya pusieron en marcha son el endurecimiento de las penas por conducción bajo los efectos del alcohol, incrementar en un 34% de los operativos de control de velocidad, la mejora de infraestructura para peatones y motociclistas, la revisión de los límites de velocidad vigentes, la inclusión de 50 nuevas cámaras y el rediseño e intervención de 30 intersecciones críticas.
Las estadísticas muestran que en 1 de cada 4 siniestros viales hay exceso de alcohol en los conductores. Por este motivo, uno de los ejes del nuevo plan que busca reducir la mortalidad vial, endurece las penas para quienes conduzcan excediendo los límites establecidos en la Ciudad (0.50 g/l de alcohol en sangre para conductor de vehículos particulares y acompañante de motocicleta; y 0.20 g/l para los que conducen motocicletas). En la actualidad, una multa por alcoholemia positiva puede superar el millón de pesos, además de la inhabilitación de la licencia de conducir.
En ese sentido, el Observatorio Vial de Cecaitra, la Cámara que nuclea a empresas productoras de software vial, realizó una encuesta para consultar si los conductores están de acuerdo con que se endurezcan las penas para aquellos que conduzcan excediendo el límite de alcohol. El 48% se mostró muy de acuerdo, el 36% de acuerdo, el 12% nada de acuerdo y el resto no eligió opción.
“Evidentemente hay una aceptación mayoritaria en la rigidez de las condenas. Que 8 de cada 10 encuestados hayan estado de acuerdo con la suba de las multas evidencia el conocimiento sobre la peligrosidad que representa conducir bajo los efectos del alcohol”, sostuvo el vocero del Observatorio Vial de Cecaitra, Facundo Jaime.
Durante el anuncio del plan vial, el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, dijo que «las medidas que tomamos sobre seguridad vial tienen que ver con cuidar la vida. Manejar alcoholizados o bajo el efecto de sustancias trae consecuencias graves y dolorosas» y agregó que “si bien la Ciudad está mucho mejor que el resto del país, porque tenemos 3,4 fallecidos cada 100.000 habitantes, cuando a nivel nacional casi se triplica esa cifra, queremos hacer mucho más”.
Siguiendo con la temática, el Observatorio Vial también consultó sobre la utilización de un conductor designado en las salidas en donde se toma alcohol con frecuencia. Al preguntar: “¿Fue conductor designado o llegó a su hogar en un vehículo conducido por un amigo o familiar que fue elegido para no consumir alcohol?”, el 61% dijo que sí, el 30% que no y el resto no eligió ninguna opción.
“Todos los ocupantes de un automóvil o los que usan una motocicleta son responsables de lo que suceda durante el recorrido, sean conductores o acompañantes. Desde Cecaitra impulsamos la campaña de conductor designado como una idea efectiva y que disminuye considerablemente las posibilidades de protagonizar un siniestro vial. Asumir la responsabilidad cualquiera sea el rol que se cumpla, hace un tránsito más seguro, sin muertes evitables que lamentar”, agregó Jaime.
“Al menos cien personas al año mueren por siniestros viales en la Ciudad, y el principal factor de riesgo es el exceso de velocidad (buses, motos y autos ubicados por orden de prevalencia). Y más del 20% de los siniestros viales fatales están relacionados con el alcohol. En todos los casos, son hechos evitables. Nuestro objetivo es reducir las muertes por eventos de tránsito y vamos a ser inflexibles con los controles, así como lo somos en otros aspectos del cumplimiento de la ley”, sostuvieron desde el Gobierno porteño.
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