Wanda Nara, Mauro Icardi y la China Suárez, en guerra: “Los niños no pueden quedar como aliados ni rehenes en situaciones de adultos”

La separación de Wanda Nara y Mauro Icardi, así como el noviazgo entre el futbolista y Eugenia “la China” Suárez derivó en conflictos que involucran incluso a sus hijos e hijas, según trascendió en diferentes audios que se filtraron a los medios.

La problemática incluye situaciones de todo tipo y escala a niveles alarmantes, sobre todo en cuanto a los niños. Insultos, amenazas, manipulación y peleas delante de los chicos son parte de estos vínculos.

Sofia Lewicki, psicóloga especialista en crianza y autora del libro Tan mal Sí salimos (Planeta) destacó como punto principal a tener en cuenta lo que debería ser obvio: “Existe una Convención Internacional por los Derechos de las Niñas y los Niños en donde lo que siempre tiene que prevalecer es el interés superior del niño”.

“Partiendo de esa base, hacer rehenes a los niños de situaciones y conflictos que tienen que ver con el mundo adulto, mínimo, estaría atentando contra los Derechos del Niño”, aseguró a Clarín. Eso, dentro del marco legal. Dentro del plano emocional, explicó, “genera un fuertísimo estrés” en los chicos, ya que la mayoría tiende a “creer que las cosas están sucediendo por algo que ellos hicieron, tienen esta cuestión muy autorreferencial”.

La especialista (en Instagram, @soymamaypsicologa) añadió que todo esto impacta en niños y niñas de modo muy profundo, generando consecuencias negativas en su autoestima, así como temores infundados.

Validación emocional y acompañamiento

Ante divorcios y conflictos de este tipo Lewicki enfatizó que es fundamental la validación emocional de los hijos e hijas. “Es clave que los padres puedan validar los sentimientos de los niños, o sea, que puedan soportar que un niño extraña al otro papá, que se sienta triste o que se sienta angustiado”.

La China Suárez y Mauro Icardi se muestran en sus redes sociales.

“Muchas veces los adultos estamos tan metidos en el conflicto, tan tomados por nuestras emociones, por la ira, por el enojo y por la bronca, que no estamos pudiendo ver a ese niño que no tiene herramientas, que depende de nosotros y que necesita nuestro sostén”, destacó la psicóloga.

En esa línea, se refirió al rol que deben ocupar los adultos y los niños dentro de la familia. Así, señaló, padres y madres deben buscar apoyo, pero no en sus hijos: “No busquemos aliados en ellos, busquémoslo en otro adulto y en un profesional que nos pueda ayudar a tener un espacio. Es importante también que los padres que están atravesando este proceso puedan tener esta desahogo”.

“Los niños no pueden quedar como aliados o como rehenes de las situaciones que pasan entre los adultos”, aseveró, al tiempo que instó a no crear una figura negativa alrededor del otro progenitor, sino a cuidar los vínculos. “Si quedamos presos de nuestras emociones, nos ponemos a pelear y el niño empieza a quedar de un lado o del otro, estamos perdiendo de vista que ese niño se está quedando sin un adulto que lo cuide, que lo mire, que lo valide y lo escuche”, aseguró.

Si bien “el niño pertenece y está inmerso en todo eso que está sucediendo, sí debe quedar al margen de nuestras faltas de de gestión emocional, de nuestras agresiones y de nuestros enojos”, resaltó Lewicki.

“Todo lo que sucede en el ámbito de la pareja tiene tiene que ver con los adultos”

“Es muy importante entender que todo lo que sucede en el ámbito de la pareja tiene que ver con los adultos, y los niños no pueden estar cargando con las emociones, la falta de gestión emocional y la falta de resolución de conflictos que tenemos los adultos”, aseveró la psicóloga.

Mauro Icardi y Wanda Nara, en medio de un divorcio conflictivo.

Así, ante una separación, es esencial la escucha activa de padres y madres con sus hijos. “Por más que lo que nos esté trayendo este niño a nosotros no duela, es clave poder dejar de lado nuestra herida, nuestro yo, nuestro enojo, nuestro miedo o nuestra venganza, y poder escucharlos a ellos y darles valor a ellos. Eso es lo más importante que les podemos dar en estas situaciones”, amplió.

“Que al niño le afecte el divorcio de sus padres no es algo malo en sí mismo. Escucharlo y acompañarlo, hacerle saber que no está solo no le va a evitar el dolor, pero es lo mejor que les podemos dar”, cerró la especialista en crianza.