COSTA DEL ESTE (Enviada especial).— Nicolás está de vacaciones en este balneario conocido por algunos como la mini Cariló. Pero hay una parte de esta playa que se ha vuelto tierra de nadie, donde los médanos y la falta de controles son aprovechados por muchos para entrar con cuatriciclos, motos, UTV y camionetas, que se cruzan entre medio de familias que están descansando, a toda hora. En un punto, es similar a La Hoya en Pinamar. Y termina igual: con accidentes, algunos leves pero otro fatales.
Es media mañana. Hay sol y hace calor. Nicolás se para frente a dos motos que van a toda velocidad y les grita. “Les dije que cuando vengan a la playa circulen despacio porque hay menores, después ahí que se maten solos”, le cuenta a LA NACION.
Ese lugar es conocido como “El Arenal”. Es una zona en la que no hay ningún tipo de control y donde se ven menores manejando cuatriciclos, circulando sin cinturón ni casco y que directamente ingresan a la línea de playa. En El Arenal murió un hombre de 55 años tras accidentarse con su UTV.
A diferencia de Pinamar, en Costa del Este no hay un “corredor seguro”. Los cuatriciclos y UTV ingresan libremente por la línea de playa a pesar de la presencia de familias. 50 metros hacia el oeste comienza El Arenal, un sector con médanos que es propiedad pública del Partido de la Costa, a cargo del intendente Juan de Jesús.
Al ingresar a la playa sólo hay un cartel que dice “circular despacio”: no hay señales que exijan circular con casco o que los menores no manejen los vehículos. Tampoco hay guardavidas.
El ambiente es caótico: vehículos que suben y bajan a gran velocidad, maniobras temerarias como derrapes y saltos sobre las dunas, y conductores que no siempre tienen experiencia ni toman las precauciones necesarias. El riesgo de accidentes es constante, no solo entre los mismos vehículos sino también para los peatones que se aventuran en la zona, ya que no hay separación ni señalización que delimite áreas seguras para caminar.
En tanto, la convivencia entre turistas que buscan disfrutar de la tranquilidad del lugar y los grupos de conductores que realizan maniobras riesgosas se vuelve cada vez más conflictiva.
Nicolás agrega: “Muchos vienen desde otras localidades a hacer quilombo [sic]. Nadie hace nada, no sabemos si hay prohibición, pero aunque la haya, nadie la respeta y nadie interviene”.
Las motos y cuatriciclos se cruzan entre los carriles diseñados para realizar maniobras. Juan, a bordo de un cuatriciclo, expresa: “Hay que saber bien cómo manejar por acá. Si agarrás un médano cortado, volcás”. Respecto al tipo de controles que se realizan en la zona, la respuesta con varios entrevistados se repite: Ninguna. Tanto El Arenal como la línea de playa de Costa del Este es propiedad pública debido a que los médanos forman parte del acceso al mar.
En esta localidad de la costa atlántica un hombre de 55 años, identificado como Sergio Guibar y oriundo de Longchamps, se accidentó con un UTV y murió horas después. De acuerdo a lo que pudo saber LA NACION, la víctima quiso subir por un médano alto -sin cinturón y habiendo consumido alcohol, según testigos- a baja velocidad.
En esa maniobra, volcó hacia atrás y quedó con el UTV encima suyo. En consecuencia, el volante golpeó su pecho. Personal de guardavidas, bomberos y Defensa Civil se desplegaron hacia el lugar de los hechos.
Kevin, el guardavidas que asistió al hombre, dialogó con LA NACION sobre cómo encontró a Guibar tras el incidente. De acuerdo a su relato, las autoridades encontraron al hombre con dificultades para respirar pero lúcido, por lo que fue trasladado a pie hasta el fin de los médanos -ya que es un lugar de difícil acceso- para luego ser llevado a un hospital de Mar del Tuyú.
Sin embargo, Guibar sufrió una descompensación y producto de la gravedad de su cuadro fue derivado a un hospital de Mar de Ajó, donde horas después tras un paro cardiorrespiratorio perdió la vida. Luego se confirmó que sus costillas le perforaron los pulmones por el impacto del volante sobre su pecho.
En su cuenta de Facebook, Guibar solía compartir únicamente fotos a bordo de este tipo de vehículos, necesario -además de camionetas o cuatriciclos- para acceder a los médanos que están en la costa atlántica. Según su perfil, estaba casado, pero a Costa del Este fue solo.
Un UTV es un vehículo todoterreno y es más grande y robusto que un cuatriciclo, con capacidad para transportar a varias personas. Permite desplazarse con facilidad por médanos, barro o caminos irregulares. Su popularidad en la costa atlántica está asociada a su capacidad para recorrer terrenos agrestes, como las dunas, áreas populares entre jóvenes y aficionados a este tipo de actividades que combinan velocidad y riesgo.