En un mundo que avanza a un ritmo vertiginoso, donde la tecnología y la innovación son el pan de cada día, resulta alarmante que los adultos mayores, que hemos dedicado nuestra vida al trabajo y a la construcción de sociedades más justas, nos encontremos relegados por el Gobierno a un segundo o tercer plano. Hemos aportado nuestro esfuerzo y dedicación a lo largo de los años, nos enfrentamos a una cruda realidad: jubilaciones y pensiones insuficientes, recortes en servicios de salud y un trato que muchas veces roza el desprecio. En lugar de ser considerados como pilares de la sociedad, nos convertimos en una mera variable de ajuste en el presupuesto estatal. Cada vez que se habla de recortes, somos los primeros en sufrir las consecuencias. ¿Acaso no merecemos una vejez digna, libre de preocupaciones económicas? La respuesta debería ser un rotundo sí, pero la realidad nos dice otra cosa. Los gobiernos, independientemente de su ideología, parecen haber acordado un silencio tácito sobre la necesidad de reformar las políticas que afectan a los jubilados. Promesas vacías, discursos cargados de buenas intenciones, pero la acción real brilla por su ausencia. Cada vez que se presenta un nuevo plan de ajuste, los adultos mayores somos los que nos convertimos en el chivo expiatorio, a quienes se les pide que se sacrifiquen aún más por el “bien común”. Esta lógica es profundamente injusta. No se puede seguir permitiendo que seamos la variable de ajuste en un sistema que debería proteger a todos sus ciudadanos.
Francisco Manuel Silva / [email protected]
Voces, reclamos y esperas de jubilados
Soy jubilado y soy apolítico, pero entiendo algo de números. El tema de los jubilados lleva más de 40 años y en lugar de arreglarse se fue deteriorando cada vez más. ¿Cuál es el problema? Hay cada vez menos trabajadores en blanco para sostener a cada vez más jubilados. ¿Cómo se resuelve? Conozco dos maneras: o dándole a la “maquinita” lo que genera inflación y produce menor poder adquisitivo que antes del aumento, o se cubre con el gasto político o de las reservas, mientras se hace una gran reforma laboral.
Ese es el gran secreto. Para peor, durante el gobierno anterior se incorporó una gran masa de jubilados que no cumplían los requisitos. No vi ninguna marcha partidaria de quienes tanto los defienden oponiéndose a esas incorporaciones tan demagogas, irresponsables y electoralistas. Colegas jubilados, entiendo que hay muchos en situaciones extremas, pero si ganaba Massa iban a estar mucho peor. Dejemos trabajar a este Gobierno que hasta ahora está logrando buenos objetivos.
Luis M. Alonso Vega / [email protected]
Quisiera enviarle esto a la señora Kristalina Georgieva o al señor Luis Cubeddu, con respecto a nuestro país, pero no tengo los datos y no lo puedo hacer llegar. No se si están al tanto del sufrimiento que están pasando los jubilados de Argentina. Son los que más sufren porque su jubilación es de dólares 270 y en nuestro país con eso no se puede vivir.
Los adultos mayores si tienen la suerte de tener hijos o alguien que los pueda ayudar pueden vivir un poquito mejor, pero con el monto que cobran, o comen o compran remedios, y ni hablar del servicio médico, que hasta el año 2023 algunos podían pagar una medicina prepaga, hoy con el aumento que hubo la prepaga cobra 4 veces el monto de una jubilación, y los hospitales públicos no tienen capacidad para atenderlos.
Son personas muy mayores y el Gobierno con su premisa del equilibrio fiscal, tomó a los jubilados como los mejores inversores para que esto suceda, porque con la miseria que cobran no pueden vivir. Hoy deberían cobrar para tener una vejez un poco más tranquila, sin darse algunos gustos alrededor de 800 dólares, que no han visto en toda su vida.
Estas personas han aportado mientras trabajaban un porcentaje de su salario para que las generaciones más adultas puedan jubilarse, pero cuando nos toca a nosotros la miseria que nos pagan es ridícula y así vamos muriendo, y cada vez quedan menos jubilados y quedan más dólares para el Estado.
Le pido por favor, si alguien le puede hacer llegar a la señora Georgieva y al señor Cubeddu esta carta para que estén enterados de cómo se manejan en Argentina los derechos humanos. Nuestro Presidente está haciendo una labor muy buena, pero el trato a los jubilados deja mucho que desear.
Arturo Neuberger / [email protected]
Es profunda la desigualdad ante la ley que sufrimos los jubilados que pasamos a ser ciudadanos de segunda sin que nadie diga nada al respecto. No voy a referirme a la quita del poder adquisitivo de las jubilaciones ni al ajuste del que fuimos víctimas predilectas del actual Gobierno .
La tan publicitada derogación de leyes vetustas ignora aquellas como la que impone que la ANSeS descuente en concepto de aporte a PAMI un porcentaje de hasta un 6% a las jubilaciones que superan el haber mínimo. ¿Con qué lógica? Si la jubilación es mayor; el aporte del 3% sería también mayor y aplicar un 6% debe interpretarse como un castigo a quien trabajó más e hizo más aportes. Otro tema también de discriminación es la prohibición a los jubilados de derivar estas contribuciones de PAMI a una prepaga. El resto de los argentinos pueden hacerlo. Muchos jubilados con supremo esfuerzo mantenemos una prepaga en forma paralela y no usamos PAMI y tenemos así doble erogación. ¿Es otro castigo?
Que algún líder mesiánico le pregunte a las Fuerzas del Cielo si trabajar es pecado y si por eso somos castigados.
Susana Irma Vila / [email protected]
Sigo atentamente las disposiciones desregulatorias del Gobierno y las aplaudo, esperando que no se detengan para hacer más sencilla la vida de los ciudadanos. Hago llegar un aporte como tema de análisis. A los jubilados docentes se nos descuentan mensualmente, además de la obra social, los siguientes rubros: a) Impuesto a las Ganancias; b) Artículo 9 de la Ley 24.463 (Solidaridad Previsional). Considero que habría que replantear esa situación, pues además de confiscatoria es exagerada. Y constituye una doble imputación impositiva. En definitiva se descuenta más a los jubilados alcanzados por las normas vigentes que cuando estaban en actividad. Una verdadera contradicción.
Espero que el ministro de Desregulación del Estado preste atención al tema que afecta los haberes de los ciudadanos.
Jorge Norberto Butera / [email protected]
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