El 25 de enero de 1997, en el partido de General Madariaga, se halló un automóvil completamente quemado en el que encontraron el cuerpo del periodista y fotógrafo José Luis Cabezas. A partir de ese ataque a la libertad de expresión, nació la consigna “No se olviden de Cabezas”, una frase que trascendió el paso del tiempo.
En homenaje a Cabezas, el 13 de octubre de ese mismo año se promulgó la Ley 24.876, que estableció el 25 de enero como el “Día Nacional del Reportero Gráfico”.
El 3 de marzo de 1996, Revista Noticias había publicado en tapa la primera imagen del empresario Alfredo Yabrán, quien caminaba junto a su esposa por las playas de Pinamar. Detrás del lente estaba Cabezas, que cubría la temporada de verano en el balneario de la Costa Atlántica para la Editorial Perfil. Una temporada de verano después, luego de salir de una fiesta, unos atacantes interceptaron, secuestraron y asesinaron al fotógrafo.
El 2 de febrero de 2000, Horacio Braga, José Auge, Sergio González y Héctor Retana fueron condenados a prisión perpetua. También fueron hallados culpables Gregorio Ríos, jefe de seguridad de Yabrán, y los policías Sergio Camaratta, Aníbal Luna y Gustavo Prellezo.
El documental del reportero gráfico
El homicidio de Cabezas pasó a ser el mayor emblema de lucha por la libertad de expresión. Así, explorando el caso, la plataforma Netflix cuenta en su grilla con un documental: “El fotógrafo y el cartero: el crimen de Cabezas”, del director Alejandro Hartmann, se adentra en el hecho que conmocionó al país.