Este lunes se publicará en el Boletín Oficial el decreto que concretará la baja de las retenciones para los principales productos que exporta el campo. Las entidades del sector están expectantes ante la letra chica de estas medidas que empezarán a regir desde esta misma semana.
Anoche el gobierno estaba ultimando los detalles de la publicación del decreto. Pero según trascendió para que las nuevas retenciones sean operativas habrá que esperar a que salgan las reglamentaciones de la agencia fiscal ARCA y de la Secretaría de Comercioo. Se especula con que esto ocurriría este mismo lunes.
El gobierno anunció el jueves pasado por la tarde que desde este lunes se aplicaría una reducción de las retenciones. El anuncio fue sorpresivo porque dos días antes el propio ministro Luis Caputo había dicho que aún no estaban dadas las condiciones.
Pero en la tarde de ese jueves Caputo y el vocero presidencial Manuel Adorni aseguraron que el superávit fiscal daba margen para aplicar la baja de retenciones de inmediato. Así se estableció que hasta el 30 de junio se bajarán en forma temporaria las retenciones a los principales cultivos como la soja (poroto), que pasará del 33 al 26% y sus derivados que bajarán del 31 al 24,5%. También se reducirán los derechos para la exportación para el trigo (12 a 9,5%), la cebada (12 a 9,5%), el maíz (12 a 9,5%), el girasol (7 a 5,5%) y el sorgo (12 a 9,5%).
Desde las entidades que agrupan al campo esperan por más precisiones. «Existen varios interrogantes sobre el contenido del decreto y de las reglamentaciones por lo que aún es prematuro ver la forma de funcionamiento«, dijeron fuentes del sector.
Con esto el gobierno busca atender las demandas del campo, que venía reclamando fuerte a través de sus dirigentes y también con los gobernadores de tres de las cuatro principales provincias del sector que se aplicara la baja. La razones esgrimidas apuntaban al efecto negativo del atraso cambiario, combinado con la baja de los precios internacionales de los commodities y la sequía.
Pero además de estos planteos, la baja de las retenciones se sustenta en la necesidad del gobierno de estimular la liquidación de divisas en un contexto en el que la administración necesita dólares para aumentar las reservas y mantener vigente su política cambiaria.
Los anuncios llegaron en medio de las conversaciones con la delegación del Fondo Monetario, que está por estos días en Buenos Aires en medio de la negociación para cerrar un nuevo acuerdo.
El objetivo del gobierno es que el Fondo aporte US$ 11.000 millones en fondos frescos, lo que a su vez acelere la salida del cepo cambiario.
Pero precisamente la política cambiaria está en el centro de las discusiones con el Fondo, que no ve con buenos ojos la intervención que el equipo de Javier Milei lleva adelante a través del crawling peg mensual -que desde febrero bajará del 2% al 1%- y la persistencia del dólar blend.
Este último punto hace referencia al tipo de cambio especial para los exportadores, compuesto en un 20% por el contado con liqui y en un 80% por el dólar mayorista. El FMI cuestiona este mecanismo porque le hace perder reservas al Central.
Al gobierno le urge que los cambios se pongan en marcha, porque hasta que esto no ocurra las operaciones seguirán frenadas, tal como ocurrió el viernes pasado.
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